domingo, 29 de diciembre de 2013

El efímero sueño de Valencia

Hay imágenes que valen más que mil palabras. Y desde luego, las galerías del Valencia Street Circuit en estado de total abandono abundan en la red.
Todo comenzó como un proyecto muy ambicioso y un contrato firmado hasta el año 2020 para construir el trazado urbano de Valencia. Poco importaba entonces la proximidad de Cheste y la posibilidad de realizar una reforma a ese trazado para poder tener el distintivo que le diera el apto para celebrar pruebas de Fórmula 1. El destino estaba firmado en el anteriormente mencionado contrato en el que Valencia tendría ese trazado dentro de la ciudad bordeando el puerto. Francisco Camps lo vendía todo como algo de progreso, bienestar, creación de puestos de trabajo así como diversos rascacielos y parques en los alrededores del circuito. Pero la mentira siempre tiene las patas muy cortas. Concretamente 5 temporadas, que son las que ha permanecido el trazado en funcionamiento, siendo el mismo inagurado por el ya extinto Campeonato de España de F3 en la que competía parcialmente Jaime Alguersuari. Buen banco de pruebas para luego averiguar que los adelantamientos eran posibles únicamente en estas categorías de base y la organización, a pesar de tratar de taparlo para hacernos creer en el éxito de todo, dejaba mucho que desear según testimonios de aquellos que asistían al evento.

Los años siguientes fueron la continuación del despropósito errando al colocar la carrera en Junio. Sólo 5 semanas separaban el Gran Premio de España del de Europa, y los espectadores, con la crisis empezando a golpear, se decantaban por ir sólo a uno de los dos, yendo todo en prejuicio de ambos. Entonces, se determinó que ambos circuitos se alternaría en Gran Premio de España al más puro estilo Nurburgring y Hockenheim. Pero sorpresa, después de 2012 las vergüenzas comienzan a destaparse y la farsa se hace insostenible, por lo que Valencia tiene que renunciar a su Gran Premio, por lo que ahora un país al borde del rescate financiero no sólo había asumido la construcción de un trazado por 100 millones de euros, sino que habría de hacer frente a la cancelación del contrato, que ascendía a 33 millones de euros. Pero según el nuevo presidente valenciano, Alberto Fabra, no se pagará multa por la cancelación de la carrera en 2014, dejando abierta la posibilidad a futuros eventos cuando las condiciones económicas mejoren. Es decir, que habría que volver a reventar la hucha para acondicionar nuevamente el circuito.

Ahora bien, tras todo lo comentado, por donde antes pasaban los coches ahora es puro abandono, y los matorrales no tardarán en crecer mientras muchas chabolas irrumpen en medio del trazado. El lugar que hace dos temporadas era glamour, ahora es petición de los vecinos para que haya más seguridad. Los túneles de acceso se encuentran inundados y las vayas publicitarias, señales, etc están tiradas contabilizando además un incendio reciente en una de sus pasarelas. Los ladrones han hecho su agosto robando cobre y cableado que ante se utilizaba en las farolas para iluminar la pista. Así que en este país, en el que la clase política baja enteros entre sus ciudadanos, ha de anotarse otro despilfarro del que a saber quiénes han sido los principales beneficiados. La lista es larga. Aeropuertos sin aviones, autopistas en concurso de acreedores por falta de circulación y ahora un circuito carísimo echado a su suerte.

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