Ya
tenemos en la parrilla de 2015 el tan ansiado nuevo equipo. La FIA vuelve a
abrir las puertas a los norteamericanos tras el fiasco del proyecto de USF1
cuando tuvo lugar el último concurso para ampliar el cupo de escuadras. Por
ello, toca eliminar el sambenito y que uno de los noveles pueda rendir a ritmo
del resto, algo que no han conseguido ni la ya extinta HRT ni Caterham o
Marussia a pesar de llevar un lustro en la competición viviendo incluso un
cambio radical en la reglamentación del que pudieron beneficiarse y no lo
hicieron.
Después
del citado concurso de 2009, puede existir mucho temor a lo que pueda pasar a
partir de ahora. Por aquel entonces, se intentó marcar un techo presupuestario
de 40 millones que bien pudo romper la categoría cuando los grandes amenazaron
con organizar un campeonato paralelo presentando incluso su calendario,
obligando entonces a recular a los mandamases y hacer cábalas a los neófitos
para cuadrar de nuevo sus cuentas. Las licencias se otorgaron tarde (a la
altura del verano) perdiendo tiempo de trabajo y encima los presupuestos no
salían. Todo ello dio como resultado que ningún proyecto original vio la luz
llevándose la peor parte USF1 renunciando a la plaza. Campos Racing tuvo que
vender a José Ramón Carabante y Manor Motorsport lo propio para transformarse
en Virgin Racing hasta acabar como Marussia. Para cubrir la baja
norteamericana, se llamó a Lotus GP que ahora es Caterham. Esperemos que
chapuzas como estas no se repitan y podamos ver a equipos afrontando su
aventura con garantías. Y sí, digo equipos dado que se plantea también la
entrada de Forza Rossa.
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