Quizás
no ande lo suficientemente documentado para hablar en profundidad de James Hunt
y tenga que decir muchas cosas de él tras haber visionado “Rush”. Una película
ambientada en la rivalidad que tuvo el británico con Niki Lauda a lo largo de
su vida deportiva aunque en la gran pantalla todo siempre se exagere.
James
Hunt y Jenson Button, dos “guaperas” que seducían a las mujeres allá por donde
pasaban, todo unos conquistadores de corazones que comparten hasta la
nacionalidad inglesa amén de dos trayectorias deportivas muy similares.
Ambos
llegaron a la Fórmula 1 como sendas promesas de su tiempo y estaban llamados a
ser campeones algún día. Tal vez Hunt no necesitara más de 100 Grandes Premios
para llegar a lo más alto del podio y en la 50 ganara por primera vez en el
polémico Gran Premio de España de 1976, del que fue excluido en primera
instancia por exceder su monoplaza la anchura máxima por 18 milímetros. Tras
reclamar, se le volvió a conceder la victoria en el año en que ganaría su único
mundial aprovechando la ausencia de Niki Lauda durante dos carreras por su
terrible accidente y acabar tercero en el diluvio de Fuji. Y aquí llega otra de las coincidencias con
Jenson Button. Ganó el mundial después de verse sin equipo, ya que Hesketh
ponía punto y final a su periplo después de un mal cálculo de los gastos. Ello
obligó a James Hunt a moverse con astucia y convencer a Mclaren de que él era
el idóneo tras la espantada de Emerson Fittipaldi y las dudas en Woking sobre
si Jacky Icx era o no el indicado.
A
Jenson Button le ocurriría algo parecido tres décadas después. Honda llevaba
unas temporadas muy débiles en la Fórmula 1 y se retiraba centrando sus
esfuerzos en el mundial de Moto GP. Jenson Button y Rubens Barrichello se
enfrascaban en un futuro incierto hasta que Ross Brawn compró la escudería
rebautizándola como Brawn GP. Respetó el contrato que tenían vigente sus dos
espadas y supo leer los vacíos legales para montar el famoso doble difusor que
les dio una ventaja monumental durante la primera mitad de temporada. Las
victorias de Jenson Button eran escoltadas por la segunda plaza de Rubens
Barrichello hasta los progresos evidentes de Red Bull. Ahí tocaba entonces
administrar la renta hasta el final del campeonato para ganar también su único
cetro. Y a semejanza de James Hunt, ahí paró su abundancia, ya que ninguno de
los dos volvió a optar con seriedad al campeonato.
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