El Gran
Premio de Argentina en Buenos Aires es digno de mención ya que probablemente
nos hayamos encontrado ante la mejor carrera de la temporada. Una temporada que
avanza hacia su ecuador en este primer envite y que nos ha dejado ya cuatro
vencedores diferentes en cuatro pruebas posibles. Sinónimo ello de igualdad y
de que todo puede ocurrir.
La
prueba en Buenos Aires ha sido alocada, ¿o alocado es el campeonato en si
aparte de ser equilibrado? Pudiera ser, porque es cuanto menos engañoso
observar que Nick Heidfeld ha estado en condiciones de vencer dos pruebas y su
casillero apenas tiene puntos, otros en cambio se los dejan apretando más la
clasificación a la que se apunta un Sam Bird con el fin de aguar la fiesta a Di
Grassi y Buemi, los cuales partían como grandes favoritos tras lo visto en
pretemporada.
La carrera
parecía que nadie quería ganarla. Todo iba según el guión previsto, Buemi
lideraba aunque le costaba coger un ritmo aceptable formando detrás de él un
nutrido grupo de contendientes y llegaba la hora de cambiar de monoplaza en medio
de un periodo de Safety Car por accidente de Chandhok. Era el preludio de lo
que se venía a pesar de que en las circunstancias habidas, la estrategia
cobraba más protagonismo sin que las posiciones se alteraran.
Buemi era el primero en errar cediendo el liderato a Di Grassi que se frotaba las manos, pero él también besaba el mismo muro que vueltas antes había saboreado el citado Chandhok, Heidfeld y Bird batallaron entonces a muerte por la victoria y ambos sancionados por exceder el límite de velocidad en boxes, dejando vía libre a Da Costa y si hiciéramos de nuevo el chiste, toca redundar en la frase del parecer que nadie quería vencer. ¡La que te has encontrado Félix! Y para rematar, guerra de hostilidades peleando por el podio con un Alguersuari que no terminaba de encontrarse cómodo y que fue impactado tanto por Jean Eric Vergne como por Daniel Abt.
Es
curioso después de la carrera navegar por las redes sociales, leer opiniones y
observar los cambios de pareceres. Hace escasas semanas, concretamente después
de la carrera disputada en suelo uruguayo la categoría era criticada. Hoy en
cambio parecen haber hecho las paces competición y afición.
A mi ya me gustaría ver el espectáculo que se está viendo aquí en la F1. Era muy escéptico con este campeonato y me he llevado una grata sorpresa siguiéndolo. Si los coches andasen un poco mas ya sería la leche.
ResponderEliminarHay que mejorar algunas cosas, como la excesiva duración de los Safetys (las 7 vueltazas en Buenos Aires con una grúa en medio de la pista es simplemente vergonzoso), mejores circuitos, más potencia y algo más de emoción en los cambios de coche (si todos tienen que estar un minuto no tiene emoción). Respecto a esto último yo intentaría desarrollar una tecnología que impidiera al coche moverse si no están todos los cinturones abrochados, pero sin mínimo de tiempo, entonces sí tendría emoción. También creo que hace falta más marcas con "nombre" que se sumen a Audi y Renault,y el Fanboost no me acaba de convencer, pero quizá se podría aplicar una tecnología similar para el ganador de la carrera anterior, o para el poleman. Respecto a la carrera, parecía que cuando estaba Alguersuari de por medio jugaban a los bolos, aunque empezó un poco despistado, pudo acabar en podio tranquilamente, quizá mas por deméritos de otros que por méritos propios, pero JEV y Abt se lo cargaron. Y recalcar que Heidfeld está teniendo muy mala suerte, pero siempre está luchando por la victoria. No lo descarto como campeón final.
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