domingo, 19 de abril de 2015

En Mercedes son humanos

FOTO: Fórmula 1

Mercedes no son extraterrestres, son humanos. Y así se evidencia cuando se pone de manifiesto que la fiabilidad les puede jugar una mala pasada. Dando gracias a que todo se ha producido en los últimos giros, han podido aguantar y retener la victoria. Esa misma suerte ha corrido el Red Bull de Daniel Ricciardo cruzando la línea de meta en plena fogata pero no pueden decir lo mismo en Mclaren, que aunque dan un paso adelante en rendimiento y ya pueden empezar a pelear por los puntos, han tenido que dejar a Button en el garaje.
En esta tesitura se planta también Toro Rosso, que por enésima vez tiene que observar que ni Carlos Sainz Jr ni Max Verstappen ven la bandera a cuadros. No hace falta resumir lo que pasa ahí dentro, las caras de Carlos Sainz padre y Jos Verstappen dentro del box lo decían todo.  Se avecina crisis en Faenza después de un inicio de campeonato esperanzador. No pueden permitirse más dobletes en abandonos.

Volvemos a la guerra Mercedes-Ferrari, grata para el espectáculo y bienvenida por ver cómo ya los plateados, aunque dominantes, tienen que trabajar más sus victorias en carrera. Nos han dejado estampas de lucha en su máximo exponente en la foto, donde los tres pelearon en la salida de boxes de Hamilton en una estampa de riesgo y a la vez bonita. Pero no por ello se debe pasar por alto la pelea continua entre Vettel y Rosberg. Un Vettel del que muchos podemos hacer de abogado del diablo. Dado que recibirá críticas por sus errores, pero no olvidemos que son errores de quien trata de ir al límite para aguantar el ritmo de monoplazas de mejores prestaciones. Por ello, y con sus fallos, Raikkonen ha recogido perfectamente el testigo. El finlandés hoy ha mostrado su mejor cara, nos deja con buen sabor de boca, y se reafirma que es ese piloto que saca todo cuando goza de gran mecánica pero fácil en su hundimiento si todo le viene en cruz. 

Hay que aplaudir a “Iceman” por todo. Por saber mantener un gran ritmo con el juego duro ante una táctica presumiblemente de atacar al final como así ha hecho, metiéndole un segundo por vuelta a Rosberg en el último stint para rebasarle en la combinación de error y falta de fiabilidad en sus frenos por parte del teutón, el cual, con su salida y problemas nos hace pensar que puede empezar a sufrir el síndrome de Mark Webber en Mercedes.

A la par que Mercedes y Ferrari bregan, la brecha se abre con los que vienen por detrás. Williams ya no se ve en condiciones de luchar con los de Maranello y Red Bull han perdido el fuelle de años anteriores. 

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