Hay que congratularse al oír que aunque con demora, se empieza a ver la Fórmula 1 en una situación
crítica, y por ello se da el paso correcto de modificar muchas cosas en los
reglamentos, anunciar que al fin se tomarán medidas de cara a mejorar el Gran
Circo y por ende, se escuchará al aficionado a base de encuestas, preguntas,
etc. Sí, podemos creerlo. El seguidor por fin tendrá voz y voto después de que
le hayan sustituido y ninguneado por los insulsos tilkódromos y petrodólares en
trazados desérticos, sin afición, sin ambiente de carreras.
Muchos temas hay que tratar, y probablemente se estén
tratando. El mejor ejemplo es la posible vuelta de los coches cliente,
necesarios para abaratar costes y olvidarnos de esa parrilla que año tras año
mengua. Ello no sólo valdrá para que muchas nuevas escuadras presenten
solicitud, sino que terminaría casi de un plumazo con los llamados “pay
drivers” o pilotos de pago, los cuales, ante la situación financiera crítica de
muchos equipos, copan los monoplazas actuales.
La corta vida de los V6 ha hecho tambalearse a la Fórmula 1
y sopesar la vuelta a los V8. El sonido típico de las carreras se cambió por
otro con el que pocos se identifican, la velocidad de los monoplazas y sus
tiempos empezaban a asemejarse a la GP2. Por ello urgen todos estos cambios que
buscarán coches más veloces sin entrar aún en el tema de eliminar los elementos
artificiales como el DRS que hacen de la competición algo irreal. Así que
empezaremos con el primer gran cambio de cara a 2016, que no es otro que la
libertad para los equipos a la hora de escoger neumático dentro de los cuatro
compuestos que tendrán disponibles, se acabó eso de montar por bemoles el más
duro y el más blando.
La revolución se prevé que llegará en 2017 y con ella el
regreso de los repostajes. Ya era hora de ver más estrategia en boxes y sobre
todo, que el estado de los neumáticos y el peso con el carburante metido tras
la parada sean vitales en el rendimiento de un monoplaza, aumentando las
variables en las estrategias. Finalizará la época de ver a pilotos rodar como
tortugas para ahorrar combustible, no será necesario aunque continuará habiendo
un tope en la reglamentación. En esta misma temporada también veremos los
citados coches más veloces, con más ruido y sobre todo, a una Fórmula 1 en la
vía de la recuperación saliendo ya de la UCI. Ahora a continuar tratando más
aspectos vitales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario