El hecho de que Ferrari y Mclaren sean las escuderías más
laureadas de la Fórmula 1, las que a lo largo de la historia se han jugado
tantos mundiales les hace tener una rivalidad especial. Una rivalidad (que no enemistad)
comparable a la de los grandes partidos de fútbol. Por ello, el trasvase de
pilotos de un lado a otro duele más si cabe, ya sean oficiales o probadores.
Nos vamos a centrar en la historia más reciente,
concretamente en la de sus jóvenes promesas.
Durante la temporada 2012, el nombre de Sergio Pérez cobraba fuerza, se hacía notar con podios, su peculiar gestión de los neumáticos y las dificultades en las que podía poner a los cocos con un Sauber. Equipo en el que se encontraba cedido bajo la tutela de Ferrari, donde era cuestionado Felipe Massa. Aún así, en Maranello no quisieron darle a Pérez un bólido rojo llegando entonces los acontecimientos que le llevaron a Mclaren con la marcha de Hamilton a Mercedes.
Durante la temporada 2012, el nombre de Sergio Pérez cobraba fuerza, se hacía notar con podios, su peculiar gestión de los neumáticos y las dificultades en las que podía poner a los cocos con un Sauber. Equipo en el que se encontraba cedido bajo la tutela de Ferrari, donde era cuestionado Felipe Massa. Aún así, en Maranello no quisieron darle a Pérez un bólido rojo llegando entonces los acontecimientos que le llevaron a Mclaren con la marcha de Hamilton a Mercedes.
A día de hoy, las circunstancias se invierten y es Ferrari la
que sí está avispada, puede e incluso quien sabe si debe pescar en río
revuelto. El objeto de deseo bien podría ser Stoffel Vandoorne por el talento
que atesora el belga.
Todo debería estar a favor de Ferrari si quiere tentarle. Jules Bianchi tristemente no creemos que vuelva a competir, Marciello no acaba de explotar, y su programa de jóvenes talentos empieza a quedar un poco cojo si miramos hacia Antonio Fuoco como su otro máximo exponente. Por lo que un nuevo baluarte sería un bombazo para ellos aunque fuera cedido a otro equipo a posteriori.
Por otro lado, la situación de Stoffel Vandoorne en Mclaren no es la mejor. La llegada de Fernando Alonso con el pase de Kevin Magnussen a piloto reserva le cierra de un plumazo las puertas de Woking, y veremos si la de otros equipos de tomar la decisión de seguir ahí enrolado. Y un piloto que le vimos acabar la pasada campaña como un toro en GP2, que en esta es el mayor aspirante a ganar con actuaciones como las de esta semana en Barhein; remontando en la carrera larga varias posiciones, rodar varios segundos más veloz que sus rivales recordándonos a aquella exhibición de Hamilton en la carrera al Sprint de Turquía 2006 merece un volante ya. Porque hay cosas que no las hacen la casualidad, sino el talento. ¿Le devolverá con Vandoorne Ferrari la moneda de Sergio Pérez?
Todo debería estar a favor de Ferrari si quiere tentarle. Jules Bianchi tristemente no creemos que vuelva a competir, Marciello no acaba de explotar, y su programa de jóvenes talentos empieza a quedar un poco cojo si miramos hacia Antonio Fuoco como su otro máximo exponente. Por lo que un nuevo baluarte sería un bombazo para ellos aunque fuera cedido a otro equipo a posteriori.
Por otro lado, la situación de Stoffel Vandoorne en Mclaren no es la mejor. La llegada de Fernando Alonso con el pase de Kevin Magnussen a piloto reserva le cierra de un plumazo las puertas de Woking, y veremos si la de otros equipos de tomar la decisión de seguir ahí enrolado. Y un piloto que le vimos acabar la pasada campaña como un toro en GP2, que en esta es el mayor aspirante a ganar con actuaciones como las de esta semana en Barhein; remontando en la carrera larga varias posiciones, rodar varios segundos más veloz que sus rivales recordándonos a aquella exhibición de Hamilton en la carrera al Sprint de Turquía 2006 merece un volante ya. Porque hay cosas que no las hacen la casualidad, sino el talento. ¿Le devolverá con Vandoorne Ferrari la moneda de Sergio Pérez?
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