martes, 10 de noviembre de 2015

Sin noticias de Pedro de la Rosa

Pedro de la Rosa se despidió como piloto oficial ayudando al primer y hasta ahora único equipo español que ha tenido la Fórmula 1. (FOTO: Copyright. HRT)


El año 2015 está tocando a su fin. Muchos pilotos tienen ya aclarado su futuro de cara al próximo año, otros se mueven como locos en busca de un volante en cualquier categoría para no quedarse en casa como es el reciente caso de Kevin Magnussen.  Pero hay otras cosas que las googleas, buscas rumores, noticias que puedan colocar a un piloto concreto apuntando hacia un sitio. Y ese es el caso de Pedro de la Rosa.

A sus casi 45 primaveras, y fuera de la Fórmula 1, es improbable que el catalán vuelva a competir en esta categoría tras su errático fichaje por Ferrari como reserva, siendo relegado poco a poco a probar platos menos agradables con el transcurso del tiempo. Muchos nos resignamos a creer y aceptar la falacia que nos venden de que su futuro siempre está ligado a lo que haga Alonso, aunque el de Cardedeu debutara bastante antes que él en el gran circo y sus trayectorias dentro de la Fórmula 1 no han coincidido más que en Mclaren y Ferrari. Y también nos negamos a pensar que Pedro ahora renuncia a competir sintiéndose más cómodo en el set de Antena 3 o que quiere dedicar más tiempo a su honorable familia. Porque aunque esto último sea el deseo de cualquier persona, todo piloto quiere estar en un volante, adelantar, luchar, etc.

Las ilusiones de ver a Pedro en un monoplaza se acrecentaron cuando antes de verano se subía a un bólido del equipo Aguri de Fórmula E. Su nombre se escuchaba para tomar parte en la segunda edición de este novedoso campeonato eléctrico y hubiera sido un lujo reencontrarse con los Nick Heidfeld, Bruno Senna, Jaques Villeneuve, Jean Eric Vergne, Sebastien Buemi, etc.  Al final, el tema perdió fuerza y Aguri firmó a Antonio Felix Da Costa y Nathalael Berthon.

Cuesta creer también que el creciente mundial de Resistencia no ponga el ojo en la experiencia de De la Rosa. Si miramos el listado de pilotos que han tomado parte en el mítico trazado de Le Sarthe. Podemos encontrar en LMP1 a los Earl Bamber, Mike Conway, Brendon Hartley, Filipe Alburquerque o Marco Bonanomi entre otros. Todos ellos tienen algo en común, y es el pilotar prototipos que aspiran a alzarse con la victoria sin haber brillado en fórmulas de promoción anteriores a la Fórmula 1 a excepción de Brendon Hartley, la eterna promesa de Red Bull que no llegó a explotar. Y si bajamos a LMP2 podemos decir más de lo mismo, y si seguimos recorriendo la parrilla por la categoría de GT, pues vemos como a los Jan Magnussen, Pedro Lamy o Giancarlo Fisichella les importa poco verse más atrás con la satisfacción de pelear por el triunfo en las categorías pequeñas a pesar de su dilatada experiencia en el Gran circo.  Por lo que tal vez haya llegado el momento de probar el reto, abrirse a cosas nuevas y aprender nuevas mecánicas más allá de quedarse enfrascado en la Fórmula 1.

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