Ya lo avanzábamos
artículos atrás. Los cambios que está sufriendo el
país venezolano podrían afectar directamente al futuro de Pastor Maldonado, y
desgraciadamente para el de Maracay, que el gobierno de Maduro esté perdiendo
fuerza le ha afectado y mucho para que PSDVA le retire gran parte de su apoyo y
con ello diga adiós a un volante mantenido más a base de billetera que de
manos.
Y sí, es verdad que en ciertas ocasiones Pastor era un gran animador de
las carreras. Pero también cruzaba asiduamente esa delgada línea roja que
diferencia al piloto agresivo del temerario, costándole ello innumerables
sanciones y pérdida de puntos casi seguros para su equipo. Quizás ahora, y ya fuera de todo, haga
catarsis y se someta a la autocrítica que en su momento le faltó para evaluar
su pilotaje.
El
adiós de Maldonado deja huérfana de representación a Venezuela en la máxima
disciplina del motor, y su lugar lo ocupa un Kevin Magnussen que hace unos
meses parecía no haber jugado bien sus cartas cuando de manera tardía, tomaba
la decisión de abandonar su rol de reserva en pos de un asiento imposible con
la totalidad de la parrilla renovada. Al final, supo utilizar su último as en
la manga y ahora tendrá una complicada misión, que no es otra que liderar a una
grande desde la experiencia de únicamente una temporada como titular, demostrar
que puede hacerlo y que es superior a otro rookie como Jolyon Palmer. Ojalá el
nivel que exhiban nos recuerde al All Star de novatos de la NBA en su clásico
Rookies vs Sophomores.
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