La
guerra entre Carmen Jordá y Marco Sorensen se ha abierto a raíz de unas
palabras del último cuando se despachó cómodamente contra la piloto española. “Carmen
era 12 segundos más lenta que yo” replicaba a la vez que se quejaba del trato
de favor que recibía la ex piloto de GP3. Ésta respondía que únicamente era un
segundo más lenta que Romain Grosjean en el simulador.
Si nos
atenemos a hechos y a lo que ha aportado cada uno en categorías de base, el
danés no ha sido un piloto sobresaliente en GP2 y World Series, pero de vez en
cuando le salía esa carrera holgada de puntos o incluso pisaba el podio
recordándonos a un Will Stevens pero con menos apoyo monetario para llegar a la
máxima categoría.
Por el contrario, Carmen Jordá siempre ha estado en el punto de mira por sus tres temporadas en GP3 sin puntos, cerrando una vez sí y otra también la parrilla a una distancia considerable de su predecesor y abismal si la comparamos con los tiempos de pole, sin las excusas de la mecánica cuando llegó a compartir equipo con Dean Stoneman en Koiranen con el consabido subcampeonato y posterior inclusión del británico en el Red Bull Junior Team. Curiosamente, ese año fue su último en GP3 para fichar por Lotus como piloto de desarrollo, un fichaje que probablemente obedezca más a razones de tipo comercial que la gran aportación deportiva, causando el recelo de Marco Sorensen y poniéndola en el punto de mira de todas las críticas y teniéndose que someter a unas injustificables mofas cuando los aficionados habían de entrevistarla en twitter, probablemente los mismos que no deben toser a otros ni admiten ápice de crítica sólo por el sentimiento patrio que para ellos representan otros pilotos.
Por el contrario, Carmen Jordá siempre ha estado en el punto de mira por sus tres temporadas en GP3 sin puntos, cerrando una vez sí y otra también la parrilla a una distancia considerable de su predecesor y abismal si la comparamos con los tiempos de pole, sin las excusas de la mecánica cuando llegó a compartir equipo con Dean Stoneman en Koiranen con el consabido subcampeonato y posterior inclusión del británico en el Red Bull Junior Team. Curiosamente, ese año fue su último en GP3 para fichar por Lotus como piloto de desarrollo, un fichaje que probablemente obedezca más a razones de tipo comercial que la gran aportación deportiva, causando el recelo de Marco Sorensen y poniéndola en el punto de mira de todas las críticas y teniéndose que someter a unas injustificables mofas cuando los aficionados habían de entrevistarla en twitter, probablemente los mismos que no deben toser a otros ni admiten ápice de crítica sólo por el sentimiento patrio que para ellos representan otros pilotos.
Con el
historial de Jordá, se da pie a pensar que si es cierto que era únicamente un
segundo más lenta que Grosjean o el galo no tomaba en serio el simulador, o la
Fórmula 1 actual se ha vuelto más sencilla de lo que muchos pensamos. No demos
ideas a Niki Lauda no sea que piense nuevamente que un monoplaza puede
conducirlo un mono.
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