Cámara On Board de Hamiton con la imagen del
momento de la salida, en el que Hamilton roza a Rosberg expulsándole de pista
Una vez
más ha ocurrido. Toque ligero entre los dos Mercedes, nada punible a diferencia
de Barcelona pero probablemente reprobable la acción de Hamilton para muchos.
Llegaba la primera curva, Vettel había salido a las mil maravillas y el británico
se roza con su compañero. Legalmente no hay nada para reprobar, pero se hace la
maniobra de manera tan sibilina que es suficiente para arruinar la prueba del
que ha ganado las cuatro primeras carreras.
Tras
esto, el Gran Premio ha cumplido el guión previsto en cuanto a colocación de
cada cual. Raro ha sido no ver a nadie estamparse en el muro de los campeones obsrvando
el sábado que el Gilles Villeneuve pocos errores permite. Hamilton emuló su
estrategia de Mónaco y con el compuesto más duro de los tres, se sobrepuso al
graining para ganar, birlándole la victoria a Vettel en un domingo que se ha
batallado en los boxes salvo Rosberg. Que ha dado espectáculo a pesar de su
floja carrera y ser incapaz de exprimir las virtudes de su mecánica para
remontar y cayendo una y otra vez en las maniobras defensivas de Max Verstappen
hasta trompear. Bravo ahí por el
holandés, dejando claro que lo ocurrido en el principado es agua pasada y que
puede aprender a gestionar la presión.
Habrá
pilotos que hayan hecho más o menos ruido. Bottas, casi sin ser mentado, se ha
adjudicado un podio en plena vorágine de dudas en Williams. Muy necesitados
andaban en Grove de este resultado para saber que a los suyos no se les había
olvidado pilotar, Sainz Jr merece el calificativo de piloto del día tras
remontar once posiciones y pegar otro golpe a la maltrecha autoestima de Daniil
Kvyat, Alonso bastante hizo con una mecánica que vende tanto humo como el
dejado por Jenson Button al romper su motor. Lo positivo que nos deja Montreal, Hamilton recorta
y HAY MUNDIAL.
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