La renovación o no de Kimi Raikkonen será
básica para la confección de la parrilla de cara a la próxima temporada (FOTO:
www.daylimail.com.uk)
Llega
verano, pasó Mónaco y con ello aparecen los primeros rumores sobre el baile de
pilotos que podría producirse en la llegada de otra revolución técnica en la
Fórmula 1.
Actualmente,
dependiendo de lo que haga Raikkonen se moverá o no el mercado. El finés fue
renovado contra todo pronóstico en 2015 y aunque su rendimiento ha mejorado
sensiblemente, sigue sin ser ese piloto que apriete a Sebastian Vettel. Por
ello, otra prórroga con un nuevo crédito se antojaría improbable y las tortas
por vestirse de rojo van a crecer a medida que la temporada actual avance.
La pole
para hacerse con ese sitio la ocupa Daniel Ricciardo. En Red Bull se agarran a
un contrato de larga duración en el que se desconocen las causas por las que
pudiera rescindirlo. Una vez superada la fiebre Bottas, y apartadas las
opciones de Grosjean por pilotar un Ferrari – motivo por el que firmó por Haas –,
parece que es el australiano el más solvente en cuanto a rendimiento, habiendo
compartido box en el pasado con un Vettel al que le demostró que puede estar a
su nivel. Así que los motivos por los que Ricciardo quisiera cambiar de aires
parecen sobradamente justificados aunque eso obligaría a mover ficha a Red
Bull. Los cuales, dicho sea de paso, una vez ascendido Max Verstappen y con
escasez inmediata de posibles ascensos a Toro Rosso con Gasly únicamente
cercano a la Fórmula 1, tendrían que peinar el mercado dado que se antoja
difícil la promoción de Sainz Jr ya que ello les conllevaría cargar con todo el
peso a dos pilotos de corta experiencia. Quizás los nombres de Fernando Alonso
o Bottas ocupen un lugar preferente en la agenda de Helmut Marko.
En
Mercedes han admitido interés por Fernando Alonso, supeditándolo siempre a la
continuidad de Nico Rosberg. Por lo que ahí la pauta la marca el teutón, y a
pesar de los altibajos en las relaciones con Hamilton, los plateados han
gestionado muy bien las crisis de equipo. Cualquier baja sería señal del cierre
de una etapa dorada.
Otra
pieza que podría quedar en el mercado es la de Romain Grosjean. Sobre todo, si
como hemos comentado párrafos atrás, no se confirma su ascenso a Ferrari. Es
por ello que el galo, un hombre Renault de toda la vida, podría tener sitio
nuevamente en el equipo que le vio crecer contando con que Jolyon Palmer no
despega y en Magnussen se ve alguien eficaz.
Fernando
Alonso con contrato en Mclaren, y únicamente con una oferta muy fuerte le haría
abandonar Woking. El debate se centra en Jenson Button. Bajado por la prensa
miles de veces en el pasado y que ahora ve acechado su volante por Stoffel
Vandoorne, que ya le mojó la oreja en Barhein sumando el primer punto para
Mclaren. Así que al británico le queda la opción de cambiar de disciplina
automovilística o valorar un posible regreso a Williams, porque en Grove se
especula que ni Massa ni Bottas renovarán. Sonando mucho los nombres de Kvyat y
el citado Button.
Lo que
pase de ahí hacia atrás es todo un enigma. Force India ha encontrado la
estabilidad con su actual pareja y ante las escasas propuestas de mejoría que
reciben sus pilotos, les será fácil retenerlos. En Toro Rosso, si no asciende
Sainz debería compartir equipo con Gasly, en Manor sería probable e inteligente
una segunda cesión de Werlhein mientras que otros posibles debutantes como son
Lynn, Sirotkin u Ocon deberían llamar a puertas como Haas, Sauber o el propio
Manor.
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