domingo, 17 de abril de 2016

Rosberg lo encarrila

Nico Rosberg ya suma tres de tres y empieza a quitarse la vitola de segundón de Hamilton así como a cimentar lo que podría ser su primer título mundial, pudiendo ser la segunda generación padre e hijo que se hacen con el cetro tras Graham y Damon Hill (FOTO: www.vistoenlosperiodicos.com)

Esto no ha hecho más que empezar, y el mundial es muy largo. Apenas pisamos abril y hasta noviembre hay mucha tela por cortar. Pero Rosberg parece empezar a tener la suerte del campeón. Sus tres victorias se traducen ya en sendos grandes premios fatídicos para Lewis Hamilton, lo que aunado con el dominio de los Mercedes podemos hablar de victorias  “fáciles” siempre entre comillas.

En la carrera de hoy, ni siquiera ha tenido que trabajarse adelantamiento alguno. Ricciardo le ganó la partida en la salida más por mérito australiano que por demérito bávaro y simplemente esperó a que su neumático reventara poniendo de nuevo a Pirelli en el punto de mira. A partir de ahí sólo mandar y mandar, olvidándose de aquel piloto irregular de años atrás que alternaba algunas carreras brillantes con otras muy discretas.

La otra cara de la moneda en Mercedes ha sido Hamilton. Si ya de por si salir último obliga a realizar hombradas renunciando cuasi a la victoria, más complicado es si encima hay que pasar por boxes a reponer un alerón roto y agarrarte al clavo ardiendo del Safety Car. Imaginemos que podrá haberse divertido adelantando, midiéndose con el Ferrari de Vettel y sacando el puro de la comodidad ante la lentitud preocupante de los Mclaren. Pero lo cierto es que el botín que suma el británico es muy escaso y le tocará esperar que la suerte empiece a serle esquiva a su compañero y rival. El Karma en la Fórmula 1 suele ser muy equitativo.


De la carrera, se puede decir que hasta la vuelta 20 todo igualado. De ahí en adelante acción pero en menor medida. Empezando por la colisión entre los dos Ferrari que no tendrá muy contento a Arrivabene y siguiendo por el error de varios pilotos (entre ellos Fernando Alonso) de no parar cuando el coche de seguridad salió a pista. 

martes, 5 de abril de 2016

Las quejas de Christian Horner

Christian Horner, jefe del equipo Red Bull ha arremetido contra el rendimiento de Haas y su presunto beneficio por la ayuda de Ferrari (FOTO: www.formula1.com)

Hay indirectas que más bien pueden considerarse directas” El Ferrari del año pasado parece ser aún muy competitivocomentó Christian Horner después de hablar de la estrategia, agresividad y ritmo del que durante este inicio de campaña, es el equipo revelación con 18 puntos en el campeonato, refiriéndonos como tal a Haas.

A Haas sólo le hacía falta un poco de buen rendimiento para quedar en el ojo del huracán y ser considerado un Ferrari 2.0. Pero precisamente desde Red Bull son los menos legitimados para cualquier crítica al nuevo proyecto americano.

Si nos remontamos al pasado y por alusión al presente, hace ahora justo 10 años Red Bull compraba el equipo Minardi con la finalidad de montar un equipo B, ayudándole en todo lo que pudieran y en la medida de lo posible, estar siempre cerca del primer equipo. Tanto es así que el novillo se subió a las barbas del toro bravo. Con ello, hemos visto hasta cuatro coches de Red Bull en pista y vergonzantes órdenes entre equipos sacando ventaja siempre que le ha sido posible.


Igual que ahora se quejan de este nuevo “equipo B” y puede volver a reabrirse el debate de los coches clientes y por qué no decirlo, minimizar a su mínima expresión los pilotos de pago, la pasada campaña protestaron por el hecho de que el apabullante dominio de Mercedes no era bueno para el espectáculo. Casualmente, jamás se quejaron cuando era Red Bull el comandante con mano de hierro durante los mundiales de Vettel. Por lo que señores de Red Bull, también hay que saber perder y capear con las vacas flacas en este y todos los deportes. 

domingo, 3 de abril de 2016

Sin Vettel también hubo espectáculo

La rotura de motor de Sebastian Vettel no afectó a la emoción de la prueba a pesar de la pérdida de una baza importante (FOTO: Fórmula 1)

La carrera tuvo acción de principio a fin o mejor dicho, antes de comenzar la misma ya veíamos el primer contratiempo. Ferrari evidencia problemas de fiabilidad y Sebastian Vettel rompía en la vuelta de formación.  Se iba el que a priori era el único capaz de toser en la espalda a los Mercedes aunque a la postre Raikkonen sí dio la talla.

En la salida, Bottas, en un exceso de fogosidad, se llevaba puesto a un Hamilton que corrió la totalidad de la prueba con un monoplaza mermado, el sistema de salida de Ferrari parecía ser un espejismo después de lo visto en Australia mientras que las opciones de Sainz acababan al perder una de sus ruedas. También la pelea constante entre los dos Force India hacían la delicia de los espectadores.  

Por segunda carrera consecutiva, la nueva clasificación supone una decepción mayúscula compensada por la variable estratégica de llevar hasta tres compuestos diferentes de neumáticos de seco. Esta vez, el medio no rendía como se esperaba y a medida que bajaba la temperatura de la pista, el blando o el superblando denotaban mayor eficacia.


Rosberg se puede decir que empieza la temporada como acabó la pasada. Solvente y repuesto de los mazazos psicológicos a los que Hamilton le sometía. Raikkonen tiraba de estrategia sin los errores cometidos por otros equipos para defender la segunda plaza al verse sin opciones de asaltar la victoria, Vandoorne brillaba con un primer punto como mejor recompensa amén de batir a Button el sábado, los Haas son la revelación avivando el debate del Ferrari 2.0 y Manor empieza a mostrar ese salto de calidad que se presuponía con Wehrlein divirtiéndose a la hora de bregar contra los Sauber. 

sábado, 2 de abril de 2016

Las declaraciones de Jonny Herbert

Las palabras vertidas por Jonny Herbert sobre Fernando Alonso en su blog personal han levantado una gran polvareda en el mundo del motor. En la imagen, le vemos llevando un Stewart durante el Gran Premio de Canadá en 1999 (FOTO: Wikipedia)

Jonny Herbert se ha mojado, y eso es algo que siempre generará simpatías y detractores. El caso es que al bueno de Herbert no le podemos acusar de ser un “buscapolémicas” o alguien que hace cada poco tiempo una serie de declaraciones buscando protagonismo como es el vivo ejemplo de Jaques Villeneuve.

Para aquellos que no conozcan a Jonny Herbert, para esos medios que hablan de él como un comentarista más habría que empaparles un poco en la Fórmula 1 de los 90. Ahí estuvo Herbert, durante toda una década compaginando Gran Circo y Le Mans sin que la palabra pay-driver fuera tan sonada como ahora. Alguien que aguanta tanto tiempo es porque algo aporta allá donde va,  y en su caso han sido tres victorias. Alguna de ellas en equipos que no eran precisamente de primera línea como es Stewart.

Dicho todo esto, muchos pensamos que Herbert es una voz perfectamente autorizada para hablar y desglosar la Fórmula 1. Y aunque no me parezca correcto que mencione que el accidente de Australia es consecuencia de la pérdida de habilidades (más bien es por un cúmulo de infortunios entre el español y Esteban Gutiérrez), si es cierto que ya no vemos a ese Fernando Alonso de Renault y sus dos mundiales, o a ese Fernando Alonso de su primera etapa en Ferrari peleando con el cuchillo entre los dientes mundiales a un Vettel que llevaba un coche muy superior.


A excepción del infausto 2007, el asturiano siempre ha hecho que sus compañeros de equipo queden atrás, e incluso parezcan peores de lo que realmente son a los ojos de la opinión pública. Pero en su regreso a Woking no se ve ni ese hambre ni esa superioridad. Más bien Button le tose antes de que probablemente deje su hueco a Vandoorne y no parece encontrar la motivación para pilotar un monoplaza que fue una decepción mayúscula en 2015 mejorando únicamente la fiabilidad en la presente campaña.  Sobre si debe o no retirarse como afirma el ex piloto británico, es algo que únicamente puede ponderar Fernando Alonso. 

jueves, 31 de marzo de 2016

El momento Vandoorne

La baja de Fernando Alonso en Barhein tras su accidente en Australia, abre las puertas a un Stoffel Vandoorne que apunta muy alto. (FOTO: www.diariomotor.com)

Ya es oficial. Fernando Alonso no estará en el Gran Premio de Barhein y las noticias en torno al asturiano no son todo lo buenas que creíamos, aunque si aliviadoras para lo que podía haber sido.
El examen médico reveló un neumotórax y varias costillas rotas tras un accidente que ya podemos calificar como el más fortuito de su carrera después de Brasil 2003 y el misterio de Montmeló en la pretemporada del año pasado. “Hice todo lo posible para estar en Barhein” declara. Y él mismo lo admite, “Lo primero es la seguridad y después el rendimiento”.

Si ya de por si toda precaución es poca por parte de los médicos de la FIA y efectivamente, la decisión de no dejarle correr es la correcta, también es algo preocupante que se hable de ser seria duda para el Gran Premio de China dentro de quince días. Unos tests entre medias evaluarán al asturiano y determinarán si su ausencia es una o dos carreras.

La solución interina, como no podía ser de otra manera, estaba en la casa y tiene el nombre de Stoffel Vandoorne y Parafraseando de nuevo las declaraciones de Alonso al afirmar “Primero es la seguridad y después el rendimiento”, Vandoorne seguro que ofrece lo segundo con muchas garantías a tenor del rendimiento que se le ha visto en fórmulas de base. Así que se terminó el medirse con Matsushita como compañero, ahora se las verá con un hueso como es el veterano Jenson Button.


El belga es un piloto al que hay serias ganas de ver en acción después de un triunfo autoritario en GP2 y ser uno de los grandes baluartes de Woking. Él consiguió comerle el terreno a Kevin Magnussen dentro de Mclaren, él tiene un palmarés que le hacen merecedor de esta oportunidad a la par que nos extraña que le toque buscarse la vida en la Super Fórmula  sin un volante esta temporada. Fórmula 4 Europea, Fórmula Renault 2.0, GP2 y un subcampeonato en las World Series deben ser suficiente aval para observar que a partir del viernes se subirá al Mclaren uno de los jóvenes más prometedores, y quién sabe si será el inicio de algo importante como lo fue para Vettel aquella sustitución de Robert Kubica en BMW en 2007. 

miércoles, 30 de marzo de 2016

La agonizante Fórmula 3.5

La salida de un histórico como Pons Racing evidencia las turbulencias que se están produciendo en la Fórmula 3.5 V8 (FOTO: ws.ponsracing.com)

Las antiguas World Series viven sus horas más bajas desde que en 1998 empezara este campeonato, afincado mayormente en España al iniciarse y al cual la eclosión de Marc Gené y Fernando Alonso le catapultó hasta convertirse en una categoría referencia como antesala de la Fórmula 1. Ahí quedan los nombres de los dos citados más Heikki Kovalainen, Robert Kubica, Ricardo Zonta, etc que vieron un futuro claro gracias a esta competición.

Apadrinadas por Renault, dieron un salto cualitativo internacionalizándose en su calendario y no hay que echar la vista muy atrás para ver a Carlos Sainz Jr campear. Quién nos iba a decir que dos años después, un certamen que merece todo el respeto y admiración, así como las loas a Jaime Alguersuari padre por su creación, quedaría herido de muerte.

Acabado 2015, Renault decidía bajarse del barco y centrarse completamente en el Gran Circo y su nuevo proyecto a largo plazo. Se preveía que el reinicio y cambio de nombre de la categoría a Fórmula 3.5 V8 sería complicado en su primera temporada, pero nada invitaba al pesimismo. Algunos equipos con solera decidían continuar y pilotos como Tom Dillmann o Mathieu Vaxiviere otorgarían más colorido en la lucha por el título final.

Ahora, a quince días de que una nueva era de comienzo, la situación no es nada halagüeña. Pons Racing abandona repentinamente dejando a Bosak y Visser sin equipo después de adquirir un compromiso con la escuadra española. Y otro histórico como Tech 1 Racing también hace las maletas aunque en su caso no había pilotos comprometidos.

El caso es que con el telón a punto de alzarse, las cosas no pueden marchar peor. Únicamente son 12 pilotos los confirmados y a muchos de ellos toca fiarles en sus equipos sin que el dinero de los patrocinadores haya llegado. Y los tests de pretemporada no llegan a la veintena de contendientes.

Con este panorama, sólo queda encomendarse a la inventiva de Jaime Alguersuari para salvar un campeonato que no merece lo que le está ocurriendo. ¿Soluciones?, difícil plantearlas. Porque siempre ha sido un certamen emocionante, justo en sus dos mangas y para nada excesivamente caro. 

sábado, 26 de marzo de 2016

Pilotos y aficionados quieren cambios

La GPDA ha redactado una carta en la que exigen modificaciones de manera inmediata a la Fórmula 1 (FOTO: www.telegraph.co.uk / Getty images)

La reciente misiva de los pilotos, firmada por Alex Wurz, Jenson Button y Sebastian Vettel en representación de la parrilla ahonda más en la crisis que vive el Gran Circo. Ven una Fórmula 1 obsoleta, en la que urgen los cambios y sobre todo la forma de gobernar la misma.

Se puede pensar que el nuevo sistema de calificación ha sido la gota que ha colmado el vaso. Nadie lo ha comprendido ni a nadie le ha gustado,  simplemente decidieron sobre la bocina cambiar un formato que funcionaba y era atractivo. Ahora, esta novedad podría tener su última oportunidad en Barhein. Si falla, sabemos a lo que se volverá.

Fernando Alonso también se muestra de acuerdo cuando afirma que “otras competiciones nos están adelantando por la derecha”. Razón no le falta como si falta autocrítica a esos mandos de la Fórmula 1, cuya forma de gobernar parece autoritaria actualmente, plantando el Gran Premio de Europa en “casual” cita con Le Mans a sabiendas de que el campeonato de resistencia crece año tras año, y que los pilotos de Fórmula 1 lo miran para correrlo a la vez que mantienen sus contratos con sus actuales escuderías.  En resumen, la victoria de Hulkenberg el año pasado, los coqueteos de Alonso con Porsche y demás negociaciones escuecen.

Somos muchos los que no queremos una Fórmula 1 artificial en sus adelantamientos con el DRS, ni hipotéticos aspersores que llenen la pista de agua, ni V6 insulsos, ni pilotos a ritmo de tortuga para no fundirse el combustible, ni quiméricos sistemas de medallas, ni chispas forzadas en los bajos, ni sustitución de circuitos míticos para contentar a jeques multimillonarios para que el trazado se quede vacío, ni dobles puntuaciones para alegrar a los anteriormente mencionados.


La Fórmula 1 ha de verse actualmente como un producto empresarial, mantenido por su afición que paga por verla debiéndose a ella. Y sí, paga cada vez que va a un Gran Premio o test y paga cuando contrata los paquetes televisivos para poder sentarse frente al sillón a disfrutar de ella. Porque cierto es que en España por primera vez es de pago, pero en otros países lleva mucho tiempo con ese modelo.  Así que más escuchar al aficionado y ponerse manos a la obra para ver cambios reales. Que de momento el único acierto ha sido ver más variedad de estrategias pudiendo llevar los equipos hasta tres compuestos de seco por cada Gran Premio.