jueves, 16 de julio de 2015

Fernando, ya no lo crees ni tú

FOTO: Getty Images

En los primeros compases de su nueva estancia en Mclaren, Fernando Alonso hizo unas fuertes declaraciones. “ Yo fui segundo tres veces con Ferrari y no quería serlo una cuarta” a lo que añadió “Si Ferrari gana el mundial cambiaré de opinión”.  

Cuanto más pasa el tiempo más cobra fuerza el pensamiento de que aquellas declaraciones fueron hechas para justificar de alguna manera su fichaje y todavía fe en Mclaren. Porque seamos realistas. Aunque no se gane un mundial, a todos los pilotos les encanta luchar por victorias en carreras, subir al podio, etc. Y eso, a pesar de que el Ferrari no acababa de ir, lo conseguía Fernando. En cambio, ¿qué hay esta temporada? Un bicampeón con un solitario punto en un equipo al que únicamente la presencia de los Marussia en el fondo de la parrilla salva a los de Woking de hacer el más espantoso de los ridículos, añadiéndole un ambiente enrarecido en el que unos y otros se pasan la pelota sin asumir responsabilidades de este gran fracaso.


Si echamos la vista atrás, es de recibo reflexionar la causa o motivo de la ruptura de Alonso con los de Maranello. Allí admitieron que no preveían hacer un coche ganador en los próximos tres años, vendían un proyecto a largo plazo que no podía asumir el asturiano pero sí Sebastian Vettel. Por lo que Alonso, al borde de los 34 años, necesitaba un proyecto que le garantizara la victoria de manera inmediata, sin esperas ni dilaciones. Por ello fue a Mclaren, porque parecía una andadura ambiciosa convertida ahora en un “no proyecto” con cortinas de humo, donde los podios que se vislumbraban a final de año se han transformado en un “habrá carreras peores que esta” con cara seria y voz cabizbaja matizado todo con otras declaraciones en las que nos comenta Fernando que la segunda mitad del campeonato será totalmente diferente para Mclaren. Pero ¿Diferente en qué? ¿Cuántas mejoras se han prometido sin que nada llegue  mientras mengua la credibilidad?. Así que a estas alturas, con los únicos cuatro puntos de Button más el pequeño botín de Alonso en Silverstone,  y las ya asudias eliminaciones en Q1 combinadas con reiterados abandonos, se torna en imposible pensar en un 2016 esperanzador, y mucho menos en plantar cara a los Mercedes. Así que apelando al titular diría “Fernando, ni tú piensas lo que dijiste con aquellas palabras ni los demás podemos creerlas, porque las voces, los gestos y las miradas dicen más que las lenguas”. 

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