Tras el fallido pit stop, Ricciardo presionó
a Hamilton, maniobra polémica del británico incluida, sin conseguir su objetivo (FOTO:
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vueltas y hemos querido más. Es lo que tiene Mónaco cuando llueve y el
Principado es así más allá del Glamour. Lo mismo vemos un pestiño que una
carrera emocionante, y es que si la lluvia final hubiera aparecido dos vueltas
antes, la clasificación habría dado algún vuelco más que el inesperado
adelantamiento de Hulkenberg a Rosberg sobre la bandera a cuadros.
Para
los dos equipos de Red Bull, este no será el Gran Premio en el que sienten
cátedra en materia de pit stops. Una larga parada de Sainz le apartaba de unas
claras opciones de podio mientras que para Ricciardo las consecuencias fueron
más devastadoras. Hamilton, tras verse frenado por el ínfimo ritmo de Rosberg,
se tiraba a la caza del australiano arriesgando, dejando su pack de lluvia
extrema en las lonas ahorrándose el juego de intermedios para dar paso a los
slicks. Ricciardo en cambio, había planificado perfectamente su undercut sobre
el de Mercedes y paró en el momento justo. La sorpresa saltaba en el instante
en que Red Bull no tenía preparados los neumáticos a implantar, por lo que
Ricciardo perdía ahí la carrera.
Cuando
la pista se ha ido secando, siempre tras las controversias de las salidas en
mojado tras el coche de seguridad, se ha visto algo que no se observaba desde
hacía tiempo. Los pilotos montaban compuestos variopintos, no se sabría cual
sería el certero, pero las estrecheces de Mónaco invitaban a que eligiera lo
que se eligiera, todos llegarían con el juego por el que apostaron a sabiendas
de que el adelantamiento se antoja imposible. Lástima que en esas no hayan
aguantado hasta el final los dos Sauber. En Hinwill es muy posible que la
tensión este subiendo en medio de la crisis financiera que vivie el equipo y
los constantes toques entre ambos pilotos, que de no enderezar la situación
rápidamente, podrían verse otra campaña más sin estrenar el casillero de
puntos.
En esta
prueba, tampoco podemos dejar pasar otra de cal y arena. La de cal es para dos
pilotos, el citado Fernando Alonso y un Sergio Pérez que sin hacer ruido, y
mimando sus gomas, ha metido a Force India en el podio. La de arena se la hemos
de dar a Daniil Kvyat, que hace bueno el refrán de “a perro flaco todo son
pulgas”. Si aún no se explica por qué lo degradaron bajándole a Toro Rosso,
ahora Sainz le bate y encima tiene un fin de semana para olvidar con constantes
problemas en carrera.