martes, 31 de octubre de 2017

Un toque que pone punto y final al campeonato

La colisión entre Vettel y Hamilton obligó a ambos a pasar por boxes, facilitándole el título matemático al piloto de Mercedes (www.gpudpate.net)

A priori, asegurar el título en México a Lewis Hamilton no debía ser una tarea excesivamente compleja. Un triunfo de Vettel le obligaba a ser como máximo quinto y un podio del teutón le haría ser noveno para certificar lo que se veía claro desde hace varias pruebas. Concretamente desde que Ferrari empezó a arruinarse el mundial así misma en Singapur sin opción a que en Abu Dhabi se decidiera todo.

Hamilton este año no solo puede presumir de cuatro cetro. Es en 2017 cuando de verdad ha escrito su nombre en las páginas más brillantes de este deporte. Cuatro mundiales están únicamente al alcance de pilotos considerados como leyendas y además lo ha hecho con el récord absoluto de poles, ese que poseía Michael Schumacher y parecía imbatible, ese que antaño fue para Ayrton Senna y del mismo modo se tornaba en intocable en sus tiempos.

Hamilton quizás planeaba un fin de semana más conservador, de calculadora pura y dura a la par de no excederse en ello como le pasó en Brasil 2008. Lo cierto es que con el toque, lejos de pensar en que su carrera se arruinaba, sabía que el título era suyo al manejar la información de la parada de “Seb”. Hamilton era libre, libre de hacer lo que más le gustaba, que era poner pedal a fondo y adelantar al límite que es lo que le divierte y apasiona realmente a “Hammertime”.

Al final, Hamilton cumplió con su novena plaza y se proclama campeón en una prueba en la que se impuso nuevamente Max Verstappen bajo el talismán casual que está suponiendo para él que sus victorias coincidan con ceses de Daniil Kvyat. Y es que Max fue el gran beneficiado del batiburrillo de la arrancada entre Vettel y Hamilton. “A río revuelto ganancia de pescadores dice el refrán”. Y ha sido realidad pura y dura cuando tres en paralelo nunca tienen cabida en la curva. Sin duda, si Red Bull sigue en esta progresión, Verstappen apunta a título en 2018.  

miércoles, 25 de octubre de 2017

A falta de la rúbrica


Lewis Hamilton celebró junto al plusmarquista Usain Bolt el triunfo que da el campeonato de constructores a Mercedes y le pone a tiro de piedra el de pilotos

Mercedes ya ha añadido a su palmarés otro título más de constructores. Sin duda, es el equipo dominador de la era híbrida, el que marca diferencias, el que parece estar pasando por un legado que no tendrá fin alguno. Pero si Mercedes ya ha estampado su firma, poco le queda a Lewis Hamilton para hacerlo.  Le basta con hacer un quinto en México para levantar su cuarta corona.
Vettel le robó la cartera en la salida, y aunque Hamilton tenía mucho más ritmo, esperaba en él a alguien más conservador, a alguien que no intentaría el adelantamiento en pista para no arriesgar el botín que tenía en el bolsillo y trataría de ganar la carrera por estrategia. Puesto que si hay alguien que tenía que asumir los riesgos, ese era “Seb”. Y nada más lejos de la realidad, Hamilton nos ha demostrado en innumerables ocasiones que cuando se pone el casco, se olvida de la tabla clasificatoria y que es un inconformista que un segundo no le vale, quería ganar y encima quería hacerlo con brillantez, trabajándose un adelantamiento.

De ahí en adelante, monólogo de “Hammertime” y nuevo espectáculo en forma de remontada de Max Verstappen. Sin necesidad de ir a estrategia cambiada, llegó a la altura de podio y en una última vuelta épica, consiguió el adelantamiento de la polémica, ese que le encumbraba y a la vez le hundía en forma de sanción al interpretar la FIA que excedió la pista para hacerlo. Horas después de la carrera, aún sigue coleando ese debate y probablemente es de esas maniobras que hay que verlas miles de veces, analizarla al detalle y juzgarla como es debido.
Un poco más atrás, vemos a un Bottas perdiendo fuelle desde que se confirmó su continuidad en Mercedes. Ya no es aquel Bottas que complementaba el trabajo de Hamilton y si ha podido salvar algo más es gracias a la avería mecánica de Ricciardo cuando en estrategia ya le tenía ganada la posición.

También protagonista este fin de semana ha sido Carlos Sainz Jr en su debut con Renault. Séptimo y luchando por un sexto con Ocon demostrando más en una carrera que Jolyon Palmer en todo 2017. Las comparaciones con Hulkenberg no proceden ya que el alemán no ha tenido un buen fin de semana y probablemente su sanción en calificación le hizo no forzar en ese aspecto. Por lo que el duelo real tiene que llegar en su primer Round en el Hermanos Rodríguez.

También debutante era Brendon Hartley pero en condiciones más complejas. Suplía a un Pierre Gasly que optaba por ir a Japón a bregar por el título de la Superformula. El tifón suspendió la prueba y al final ni cetro ni Fórmula 1. Por lo que el bueno de Brendon, confirmado también para suelo Mexicano en detrimento de Kvyat, proseguirá su adaptación. 

jueves, 19 de octubre de 2017

Una renovación con mente en otras categorías

Fernando Alonso ha prolongado su relación contractual un año más con Mclaren atraído por competir a muy corto plazo en otras disciplinas (Clive Close AFP)

Finalmente la decisión de Fernando Alonso se ha conocido después de tan larga espera. A tan solo cuatro carreras, y con Honda fuera de la órbita de Mclaren, el asturiano ha decidido aceptar la oferta de renovación tras pulir todos los flecos que le faltaban en Woking.

A simple vista, Fernando Alonso dará otra oportunidad más a Mclaren en lo que parece ser el enésimo proyecto a largo plazo. Puesto que la lógica dice que el primer año de Renault como motorizador, aún mejorando las prestaciones ofrecidas por Honda –cosa no muy compleja- no estará para pelear adelante. Muchos progresos habrían de conseguir si pretenden acercarse a Red Bull o Ferrari.

Por otro lado, no es de extrañar que lo que más ofrece Mclaren a Alonso es flexibilidad a fin de retenerle, una flexibilidad que choca y mucho con la rigidez de los tiempos de Ron Dennis. Económicamente Alonso seguirá siendo uno de los mejores pagados sino el mejor, pero en el plano deportivo pesa más el hecho de que Fernando pueda compaginar otras categorías, dado que nunca ha ocultado su obsesión por ganar la famosa triple corona únicamente en manos de Graham Hill.
Para 2018, Fernando Alonso parece ha descartado por completo Indianápolis a fin de centrarse en la Fórmula 1 en ese tramo de la temporada, pero valora otras opciones de manera muy seria. Como son probar suerte en las 24 horas de Daytona como preparativo de cara a las legendarias 24 horas de Le Mans. Dicho esto, aún no han sonado posibles equipos para que el bicampeón pruebe fortuna, pero a buen seguro que no le costará en demasía encontrar volante en otras competiciones.


En resumidas cuentas. Fernando Alonso ha renovado por una única temporada y pensando no solo en usar su última bala en la recámara si quiere volver a ser campeón. Sino que también barrunta más allá de su retiro en la Fórmula 1 como vemos.

jueves, 12 de octubre de 2017

Mónaco ya tiene su príncipe


A Charles Leclerc le aguarda un gran futuro tras proclamarse campeón de GP3 en 2016  y de Fórmula 2 en 2017 (FOTO:www.motorsport.com)

No, no hablamos ni de las seis victorias de Ayrton Senna en Mónaco y ni mucho menos del príncipe Alberto de Mónaco. Hoy toca analizar al piloto local, a ese nuevo talento en ciernes que ha sido campeón de la Fórmula 2 en Jerez y ya mira con todo su arsenal a la Fórmula 1.

Jerez no ha sido más que el colofón a lo que se llevaba barruntando desde que la Fórmula 2 se inició en Bahrein. Poco dejaba Charles Leclerc a los demás en clasificación. Únicamente Oliver Rowland y Nobuharu Matshushita consiguieron apartarle alguna vez del más privilegiado de los lugares para partir en la prueba.  Ocho de diez en poles son números para temblar
Hay que echar la vista muy atrás para ver a alguien imponerse con tal autoridad en la categoría, y más siendo el año de su debut. Sí, hablo de los tiempos donde Lewis Hamilton empezaba a forjar su leyenda y su sitio en Mclaren, hablo de compararle con ese piloto que a día de hoy está a punto de ser tetracampeón y que ha batido registros de Ayrton Senna y Michael Schumacher.  Y sí, en el pilotaje no se parecerán en demasía.  Hamilton era agresivo, se lanzaba nada más ver el hueco y metía el Art Grand Prix por donde parecía no haber espacios. Leclerc en cambio es más pausado y más frío, de ritmos más constantes y eso le eclipsaba más los domingos en las pruebas de parrilla invertida.

En el año de su estreno, y empalmando cetros de GP3 y Fórmula 2, Leclerc ha barrido a otros más veteranos como Rowland, Markelov y ni qué decir la diferencia abismal con los Canamasas o Cecotto, que aún falta comprensión para saber qué siguen haciendo ahí después de una década. Y no sólo eso, sino que ha asestado un durísimo golpe moral a su compañero tanto de la Ferrari Driver Academy como de Prema Powerteam, Antonio Fuoco.

Sólo las dos citas de Abu Dhabi separan a Leclerc de poder pensar en el futuro, en una Fórmula 1 en la que en su más que probable debut en 2018 suena fuertemente para firmar por Sauber. Una gran cesión de Ferrari a fin de foguear a su nueva gran perla a la vez que probará en los restantes libres de los viernes para el equipo suizo.

domingo, 8 de octubre de 2017

Alonso y Massa le dan la carrera a Hamilton, Ferrari le regala el mundial


Sebastian Vettel se muestra extremadamente serio a sabiendas de que con este abandono, dice adiós a casi todas sus opciones de título (FOTO:Lars Baron/GETTY IMAGES)

Desde Maranello tienen dos opciones, o abrir una línea de investigación para ver si alguien le ha lanzado un vudú o directamente ver qué está ocurriendo. Desde el principio, se veía que Vettel no tenía ritmo, perdía posiciones hasta que desde el box decidían retirar su coche. La causa es una bujía, una de esas piezas nada caras que ya a De la Rosa le costó el podio en Austria allá por el año 2000 con el modesto Arrows, y que ahora deja de manera cuasi definitiva sin mundial a “Seb”.

La situación a día de hoy es la siguiente. Queda cuatro carreras y Hamilton las puede realizar con la calculadora en la mano, sin forzar en ninguna de ellas si así lo desea. Porque ya en Austin dentro de quince días puede salir campeón si vence y Vettel no puede superar la sexta plaza. Con lo cual el epílogo del mundial 2017 está escrito a falta de la firma de su autor.  Hasta el propio Vettel lo admite a pesar de que es uno de esos depredadores que no sueltan a su presa. “¿Se me va el mundial? No hay que ser un genio para verlo” decía después del abandono. Así que la pregunta es, ¿en qué circuito se certificará lo que es ya una certeza?


La carrera en sí volvió a ser un tira y afloja entre Hamilton y Max Verstappen. Red Bull ha encontrado ritmo en carrera y eso le está llevando a hacer un final de campeonato fuerte, con disposición a subirse a lo más alto del cajón. Mediada la misma, desde el box de Mercedes las cuentas no eran nada claras y Bottas a falta de parar y verse lastrado al principio por los Force India, debía hacer de escudero. Es poco entendible que metieran al finlandés a cambiar gomas cuando aún Max no le había superado ni estaba en condiciones de hacerlo. Podía haberse dejado el holandés mucho más tiempo tras él si le hubieran mantenido en pista consiguiendo así que Hamilton se llevara una victoria cómoda. Cosa que a la postre no fue así. Desconocemos si la fiabilidad de ese bólido 44 empezaba a resentirse o el segundo juego de neumáticos decía basta, lo cierto es que el Red Bull de Verstappen se había echado encima y ni siquiera el Safety Car Virtual por el pinchazo de Stroll le había facilitado las cosas. Max estaba dispuesto a atacar hasta que en el último giro llegaron a la altura de Fernando Alonso y Felipe Massa en su brega por el último punto. El juego de los egoísmos se ponía sobre la mesa y eso se tornó en contra de Verstappen, cuando ni Alonso por segundo Gran Premio consecutivo ni Felipe Massa respetaron las banderas azules

domingo, 1 de octubre de 2017

Max Verstappen se impone a un Hamilton de calculadora

Segunda vez en la vida de Max Verstappen que sube a lo más alto del cajón del Gran Circo, todo en una prueba en la que los Red Bull tuvieron un ritmo muy competitivo (FOTO:www.thesun.co.uk)

Los planetas se habían alineado de nuevo a favor de Mercedes. Vettel partía último y por mucho que hiciera quedaba sin opciones salvo que la lluvia o una locura de carrera le encumbrara hacia la victoria o en su defecto arruinaran a Hamilton. Otra prueba más que era propicia para Ferrari y otra vez más que se quedan sin poder pelear, aunque en esta ocasión sea por infortunio y no por graves meteduras de pata.

Verstappen acosó desde el principio a Hamilton hasta rebasarle. Todo parecía estrategia y teatro para Mercedes esperando al golpe final, pero nada más lejos de la realidad. En el equipo de Hinwill les costaba encontrar el ritmo y Verstappen se marchaba, era hora de no forzar para las balas plateadas, de mantener mecánicas a salvo y amarrar unos puntos que les acercan más a otro cetro mundial. Un segundo era bueno, no había que asumir riesgos y así lo hizo Lewis Hamilton.
El nuevo ídolo de los países bajos ganó, y como dato curioso, consigue la victoria cada vez que Daniil Kvyat es bajado del monoplaza. Lejos de eso, Vandoorne y Pérez luchaban en una gran carrera para ambos por ser el primer “mortal” en pista mientras que Vettel venía remontando, apostando por el compuesto superblando en estrategia cambiada para asaltar a Ricciardo, que parecía que tendría problemas para retener a Vettel cuando éste llegara a su altura y en verdad lo único que hizo fue enseñarle la zanahoria, aguantar neumático y dejarle tirado en las últimas vueltas asegurando así su tercer lugar.


Lejos de esas posiciones pudimos ver una prueba dentro de los parámetros normales. El citado Vandoorne no se corta al empezar a discutir la hegemonía de Alonso en Mclaren, Gasly tuvo un debut correcto sin sufrir los problemas de fiabilidad de Sainz Jr mientras que Magnussen se reivindica como un piloto duro y agresivo.  Lejos quedaba la tapa de alcantarilla que en los Libres 1 del viernes cortaba el neumático de Grosjean y nos asustaba a todos.