miércoles, 2 de agosto de 2017

El papel del piloto reserva


Imagen de Paul Di Resta con Williams en Hungría supliendo a Felipe Massa (FOTO:www.thebestf1.com)

Sábado por la mañana en Hungría y finalización de los Libres 3. Felipe Massa se sintió indispuesto y Paul Di Resta fue requerido de urgencia para subirse al Williams. Hacía cuatro años que se separó del camino de Force India y sin comerlo ni beberlo se veía de nuevo compitiendo, viéndose obligado a quitarse el óxido a marchas forzadas, lanzado directamente a la calificación sin hacer ninguna sesión preparatoria.

En carrera no pudo finalizar y bastante papel hizo. Pero realmente, su actuación en Hungría debería reabrir el debate sobre el rol que actualmente desempeñan los pilotos reservas de las escuderías.
Hasta hace unos años, cuando alguien tenía que subirse a sustituir a otro piloto por eventualidad, se veía que conocía el coche, que nada más salir a pista podía ser competitivo y estar al nivel de lo que el equipo le pedía como son los casos de De la Rosa cuando pilotó para Mclaren o de Gené cuando hubo de suplir a Montoya en Williams amén de otros variopintos ejemplos. ¿Por qué con Di Resta y otros no ocurre eso? Pues son dos motivos muy claros:

El primero de ellos es que son unas víctimas de la reducción de tests para el abaratamiento de los costos. Anteriormente tenían un papel activo y muy importante en cada test. No eran solo reservas, sino que su voz y su hacer en pista era tenido en cuenta para la evolución del coche. A día de hoy pocas pruebas se hacen y las que se llevan a cabo las copan los titulares, por lo que el papel de un piloto reserva queda relegado a un simulador que por muy realista que sea, nunca llegará a ser tan veraz como salir a pista.

El segundo es la escasa confianza que el equipo tiene en ellos. A día de hoy no los ven como alguien a quienes puedan meter a probar en los Libres 1 o dar algunas vueltas en los tests. Los encierran en los simuladores citados en el anterior párrafo y se olvidan de que el tercer piloto tiene que conocer perfectamente el coche y estar en forma por si tiene que pilotar.  Como hemos dicho, cuando Gené, De la Rosa, Salo, Wurz, etc han debido de cubrir suplencias, las hicieron conociendo cada detalle del coche que llevarían y ello auguraba un buen rendimiento. En el último caso de Di Resta sólo hemos visto que por todo lo expuesto se ha enfrentado a todo un monoplaza y unos neumáticos desconocidos, algo que debería ser inadmisible en cualquier equipo. E igual que Di Resta también sufrió Badoer en las dos carreras que reemplazó a Massa en Ferrari. Sí señor, en los 90 Badoer no es que fuera un ducho, pero ni mucho menos era la risión de la parrilla ni el pufo que parecía ser en Ferrari cuando doce años después tomó parte con un coche que apenas pudo tocar.


Conclusión a todo. Los equipos deben empezar a valorar más el desempeño de sus pilotos reservas y darles más kilometraje en pista para que estén en activo. El no conocer el monoplaza y el óxido son sus principales enemigos en caso de tener que volver al ruedo. 

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