Mclaren y Renault han llegado a un inhóspito acuerdo con carambola a
tres bandas. Los de Woking ponen fin a una tortuosa aventura con Honda, que a
partir de ahora motorizará a Toro Rosso mandando a Carlos Sainz jr al equipo
oficial de Renault (FOTO:www.skysports.com)
Se acabó, confirmación de un
divorcio que era secreto a voces. Mclaren
y Honda separan sus caminos antes de lo previsto, y es que segundas partes
nunca fueron buenas. De ser un binomio
histórico que hizo triunfar a Senna y Prost a llevar a los de Woking al
desastre absoluto, a ser una escudería mítica descendida a los infiernos donde
campeones del mundo como Fernando Alonso
o Jenson Button no fueron capaces de reconducir una situación desesperante.
Se terminó para todos el vía
crucis que desde el principio no dio los resultados esperados. Cada comunicado
de optimismo llegado desde Japón no era más que una cortina de humo, un hablar
mucho pero trabajar poco en pos del éxito.
Desde el principio de esta unión,
se vieron los despropósitos a cada cual peor desde Japón. No había potencia ni
fiabilidad, y así era imposible competir para cualquier piloto que se subiera a
ese carro. A Stoffel Vandoorne le ha venido bien como temporada de fogueo, pero
no así para Fernando Alonso o Jenson Button, quienes sólo brillaban cuando los trazados eran angostos dejando al
aire libre las carencias de un motor mediocre metido en un buen chasis que
podrían haber dado buenos resultados. “Tengo un motor de GP2 dijo una vez el
asturiano desesperado en radio”. A lo que podríamos responderle que al menos
los motores de la GP2 (renombrada como Fórmula 2) no se rompen.
¿Qué deparará el futuro?
Con esta ruptura, Mclaren
comenzará una nueva y extraña asociación con Renault a fin de que los galos les
suministren propulsores. Red Bull no ha ejercido el derecho de veto y ahora es
cuando empieza a funcionar el rompecabezas. Para Mclaren era Honda u Alonso, habían de decidir por una de las
dos partes y se han inclinado por cotejar al asturiano a fin de mantenerle una
temporada más en sus filas. Algo que aún se está pensando el bicampeón mundial,
ya que sin la aportación económica de Honda, Fernando habría de renovar a la baja si quiere mantenerse en la
Fórmula 1 a falta de opciones ganadoras, sus caminos son aceptar eso, marcharse
a una Williams que a día de hoy tampoco puede ofrecer nada competitivo o poner
punto y final a su estancia en la máxima categoría para valorar la Indy Car a
tiempo completo o el WEC
Para no incumplir la normativa de
suministrar motores a más de tres equipos, Renault
abandonará Toro Rosso y ahí recalará Honda. Ahora, el propulsor del país
del sol naciente suministrará a una escuadra
que no le presionará, que no le exigirá lo mismo que una de las más
laureadas ni se expone al ridículo de antaño de tener su propio equipo oficial.
Perfecto para intentar continuar el desarrollo y de marchar las cosas por muy
buen camino, puede salir ganando a la larga Red Bull e incluso ejercer su
tanteo colocando a Matshushita en Toro
Rosso como hombre de máxima confianza en Honda. Más leña al fuego ha
llegado cuando se sabe que Red Bull no seguirá aliado con Renault a partir de
2019, por lo que su equipo filial se va a convertir más que nunca en el banco
de pruebas que tanto les es necesario a
fin de cerrar el trato con Honda para ambas escuadras.
En este trato tan rocambolesco
entra el nombre de Carlos Sainz Jr,
que cumplirá su deseo de dejar la estructura de Red Bull y fichará por Renault
como parte del acuerdo a tres bandas. El madrileño por fin podrá salir del
letargo y de ese estancamiento al que el equipo austriaco le iba a someter en
su equipo filial partiendo de esta manera a una escuadra con expectativas de
futuro y que podría proporcionarle un monoplaza competitivo a medio plazo.
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