domingo, 27 de septiembre de 2015

Las cosas de nuevo en su sitio

FOTO:ukmotorsport.com

Aunque ya para muchos haya pasado de largo, el Gran Premio de Japón podía traer a las mentes el brutal accidente que le ha costado la vida a Jules Bianchi. Este año no había el componente de la lluvia a excepción de los Libres del viernes, reduciendo el riesgo teniendo como contrapartida lo poco que podían probar los equipos.

El sábado, el accidente de Kvyat, afortunadamente sin consecuencias, privaba a Lewis Hamilton de hacer una última intentona de luchar por una pole que se llevó Rosberg. Pero en carrera, una mala salida del alemán dejó expedita la victoria a Hamilton. Un Hamilton que vuelve a poner las cosas donde estaban tras la pequeña crisis de Singapur. Las balas plateadas vuelven a ser las balas plateadas y Mclaren continúa con su ínfimo ritmo, casi más propio de un GP2 como señalaba Fernando Alonso en el momento en que explotó que de un Fórmula 1, cuando en recta hasta dos coches podían sobrepasarles.

Realmente, la historia de este año en Suzuka ha sido breve. Hamilton marcaba vuelta rápida tras vuelta rápida en lo que es un nuevo capítulo de mazazos psicológicos a Nico Rosberg, el cual tuvo que tirar de estrategia en una carrera llena de undercuts, primando mucho las paradas en boxes para ganar las posiciones por las dificultades de adelantar con una zona única de DRS.


Este año, no ha aparecido el Safety Car para descolocar todo, la carrera ha ido en orden y los equipos se han situado donde suelen estar en el transcurso de la temporada. Mercedes de nuevo en otro mundo, Ferrari intentando pero no pudiendo hacer nada frente a los plateados, Williams en su estilo de buenas calificaciones pero bajando rendimiento en carrera acredentado todo por los problemas de Massa, Red Bull como cuarto en discordia, Toro Rosso viviendo una nueva historia de la guerra Verstappen-Sainz con un error del madrileño en la entrada a boxes que pagó caro, Force India con una velocidad punta que hace imposible sobrepasarlos mientras que Sauber y Mclaren bregan por no preceder inmediantamente a los Manor.

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