domingo, 27 de diciembre de 2015

1983, el comienzo del mito

La actuación de Senna en Macao y su superioridad en el British F3 hicieron que los aficionados tomaran muy en cuenta su nombre para el futuro próximo.(FOTO:www.macau.grandprix.gov.mo)

Una década de alegrías nos brindó Ayrton Senna. Duelos con Piquet y sobre todo con Prost, astro sobre el agua y batallas memorables aunadas con personalidad empática. El tópico de “partido a partido” que entonan ahora los entrenadores y jugadores de fútbol se podía transformar en el “pole a pole” a lo largo de su carrera. Y eso fue algo que llevó a cabo en el Británico de Fórmula 3 de 1983. 15 veces de 20 posibles partió desde lo más arriba de la parrilla y el título lo sufrió algo más, pero lo logró por delante de Martin Brundle. Ambos estaban un paso por encima del resto.

Después de mostrar su nivel en Inglaterra y estar ya en los órbita de la Fórmula 1, permitiéndose el lujo de probar para Mclaren, Williams y Toleman. Por este último firmó definitivamente para 1984 y casualmente, los tres han marcado su vida deportiva de sobremanera.

Si el británico era un reto, aún quedaba el gran desafío de Macao. Allí, en el citado 1983, se daban cita por primera vez los Fórmula 3 aunque en otras disciplinas ya cumplía su 30 aniversario. La pista, con un ancho de siete metros en alguno de sus puntos eran la gran prueba para muchas manos y las opciones de acabar contra el muro se antojaban elevadas.

Senna, con un Toyota del equipo Theodore Racing, se hacía con su lugar habitual en la parrilla soportando la presión de Roberto Guerrero. Un experimentado colombiano que conocía la pista y que tuvo que conformarse con subir al segundo lugar del cajón por detrás del “Magic” paulista. El tercer lugar de Gherard Berger era señal inequívoca del nivel que atesoraba esa edición de Macao y que bien valdría el paso a la categoría reina.

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