Ya ha
llegado el mundial de Fórmula 1 y la primera carrera es la clásica que mata la
incertidumbre de dónde estará cada equipo, si los debutantes empezarán dando la
talla, etc. Este año, la expectación aunada con decepción puede ser mayor. Empezando
porque si algo caracteriza a un Fórmula 1 es su sonido, y ahora desde luego que
podrían correr en una Ópera o en el interior de una Biblioteca sin que los
demás se inmutaran. Es ello el máximo exponente de cómo la categoría reina
pierde fuelle a pasos agigantados de la misma manera que la FIA sigue en sus
trece con las absurdas decisiones como la tomada en la post carrera descalificando
a Ricciardo por exceso de combustible. Si, parece que a los mandamases tienes
que llevarle el coche a su gusto aunque cumpla con lo estipulado si no fuera
así.
En fin,
aparquemos la indignación a un lado para centrarnos en un primer fin de semana
que comenzó con el pavor de los equipos a romper llevándoles ello a dar escasas
vueltas durante los ensayos libres. Ahí empezaron a verse por ejemplo las
carencias del equipo Lotus, que con lo que han sido, nos resulta triste y extraño
verlos pelear en la cola con los Marussia y Caterham. Quienes dicho sea de
paso, empiezan a ponerse a la altura de soñar con el pase a la Q2, y quién sabe si puede caer algún punto en
algún fin de semana alocado y alejado de las rarezas vividas hoy como novedad
con pilotos con problemas en las primeras vueltas con la electrónica y tan
negro que nos pintaban todo. Al final han acabado más de la mitad de los
monoplazas a pesar de las sonoras debacles de Lewis Hamilton y Sebastian
Vettel.
La cara opuesta a estos dos candidatos al cetro final es la de Kevin Magnussen, segundo en su debut (tras la mencionada eliminación de Ricciardo) y confirmando las buenas sensaciones que transmitió no sólo con autoridad en las World Series, sino también en la pretemporada. Button ha encontrado en su box a un hueso. Kvyat también ha maravillado con sus primeros puntos, poniéndose a ritmo de Vergne en el tramo final de la prueba aunque durante el fin de semana pareciera haber más de un segundo de diferencia entre ambos.
Y de
Ferrari, ¿qué decir de ellos? Nos han querido vender que todo iba bien, que
este año si solucionarían los problemas y a la hora de la verdad se ve un
inicio en el que están un paso por detrás de Mercedes y Mclaren así como de
unos Red Bull que no están tan mal como nos creíamos.
Los Ferrari son fiables, creo que los que más, completando ambos coches con éxito las pruebas en los Líbres, pero la velocidad punta es muy baja, no hay más que ver las múltiples escapadas que hacía Hulkenberg en las rectas. McLaren empieza asustando, ¿será este su año de regreso a los podios carrera tras carrera? Los Toro Rosso, más arriba de lo esperado, y Bottas, muy rápido, las grandes sorpresas, así como el más de medio minuto que le sacó Hulkenberg a 'Checo'.
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