El Trompo de Lewis Hamilton en los entrenamientos libres nos dejó esta curiosa estampa (FOTO: www.laf1.es / Formula 1)
Gran Premio de Canadá atípico, fuera de lo que le ha
caracterizado en los últimos años. Los abandonos siempre solían estar a la
orden del día y el Safety Car era asiduo en sus salidas, pero hoy Bern
Maylander seguramente se ha podido echar una buena siesta, ya que las únicas
mecánicas que han fallado han sido las de Roberto Merhi y las de sendos Mclaren
en unas batallas limpias y escasos toques. Está claro que en Woking las teorías
de la evolución y las supuestas mejoras traídas cada carrera empiezan a sonar a
chiste, puesto que cada vez todo va peor.
Se puede decir que no hay absolutamente nada que se haya
desviado de los parámetros normales, con los equipos ocupando sus respectivos
lugares habituales a excepción del subidón de Lotus. Pero Canadá nos deja
claras muchas jerarquías de esas que son un golpe de moral contra tu compañero
de equipo. Empezando por Hamilton, que por enésima vez trata –y siempre
deportivamente hablando- a Rosberg como un juguete, al cual le hace ilusionarse
con que puede con él y le pega el pequeño tirón desesperante. Ese que le
mantiene fuera de zona de DRS por escasas décimas para impotencia del teutón. Y
si esto es desesperante, lo de Raikkonen no es menos. Un error le ha hecho
perder el podio y Vettel, que salía mucho más atrás que él, a punto estuvo de
darle caza añadiéndole más dificultad con un pit stop que pudo arruinar su
carrera y dos luchas encarnizadas con Fernando Alonso. Si con esto no queda
claro quién es el piloto 1 en Ferrari…
Por otra parte, en Williams pocas cosas se definen en este aspecto. Massa seguro que se ha divertido adelantando por doquier y amortizando su DRS mientras que Bottas, en una carrera silenciosa siempre ha estado ahí, aprovechando las circunstancias, pescando en río revuelto, rodando con regularidad y por tanto, podio merecido para el finés.
Por otra parte, en Williams pocas cosas se definen en este aspecto. Massa seguro que se ha divertido adelantando por doquier y amortizando su DRS mientras que Bottas, en una carrera silenciosa siempre ha estado ahí, aprovechando las circunstancias, pescando en río revuelto, rodando con regularidad y por tanto, podio merecido para el finés.
También hay tres pilotos para los que este Gran Premio supone
un importante punto de inflexión. Pastor Maldonado recoge esos puntos que
necesitaba como el comer sobrevolando la sombra de su despido en Lotus, Daniil
Kvyat supera a Ricciardo cuando también le cuestionaban dentro de Red Bull y
Roberto Merhi, a igualdad mecánica, demuestra que está un paso por encima de
Will Stevens.
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