domingo, 14 de junio de 2015

Veni, vidi, vinci

FOTO: @paddock_f1

Gran pregunta es, ¿qué tiene Le Mans y sus 24 horas que cada año nos petrifican delante de la pantalla? Aunque sea un día entero con los coches a todo gas, corto se hace y las horas pasan sin darse cuenta, que cuando nos queremos enterar, ya hemos tenido una noche en vela y el sol nos avisa que el amanecer ha llegado.
Esta pregunta cobra este año más sentido a la vista de que el mundial de resistencia comienza a ganar terreno a la Fórmula 1. Los pilotos de la que hasta hoy es la categoría reina, ya sopesan compaginar o correr esta mítica prueba donde nada es artificial, ni DRS para adelantar ni nada. Todo puro y con los pilotos subidos a sus coches por manos, sin carteras que les ayuden.  Que se lo digan sino a Mark Webber, dejando atrás sus sufridos años en Red Bull para divertirse en Porsche o al actor Patrick Dempsey, que no desentona para nada como se ha visto con su podio en LMGTE-Am.

En esta edición, el nombre propio es el de Nico Hulkenberg, que con sus manos ha llevado al Porsche número 19 a la victoria sin desmerecer a Earl Bamber o Nick Tandy, quienes también han ayudado y mucho en este éxito.  Hay que remontarse hasta 1978 para ver a un piloto a tiempo completo de Fórmula 1 imponerse en Le Mans. En aquella ocasión lo hizo Didier Pironi y en 1991 realizaba algo parecido Bertrand Gachot, aunque el belga no estuvo toda la temporada en el Gran Circo.

24 horas dan para mucho, y hay que saber montar muy bien las estrategias, esperar tu momento, etc. Por ello, a ese Porsche número 19 no le asustó verse en sexto lugar durante los primeros minutos de carrera, al igual que a sus homónimos no les importaba ceder el liderato momentáneo a Audi en esta lucha a dos bandas, donde estos últimos se vinieron abajo en los últimos compases de la prueba con diversos problemas. Y dentro de Audi es digno de loa la actuación de Andre Lotterer, quien ya el año pasado, en su aparición fugaz en la Fórmula 1 nos dejó buen sabor de boca y ahora lo ha refrendado dándolo todo cada vez que se subía a su prototipo LMP1. Incluso con vuelta rápida en la mañana del domingo cuando la lluvia se asomaba con cierta timidez. Se vació en ímpetu, marchando al límite en ese momento en que la fatiga ya aparecía y el cometer un error era muy fácil como se observó en múltiples ocasiones. La más destacada a 45 minutos de finalizar la carrera, cuando el Aston Martin número 98 se iba contra el muro en las chicanes de meta  a la vez que se veían ganadores de LMGT-Am.  En resumen, que le regalaron la victoria a sus homónimos del número 99.

Una vez más, las 24 horas de Le Mans han sido pura emoción como se vió en la categoría LMGTE-Am. En la que todo estuvo muy igualado en las primeras horas y que como casi en todas las disciplinas, las cosas se estabilizaron durante el transcurso de la noche.


Por último, en el apartado de accidentes, destaca el de Loic Duval precisamente por lo que mencionábamos en el párrafo anterior. No esperar su momento. En plena recta intentó una serie de doblajes temerarios ante los coches de categoría GT acabando contra las barreras y teniendo que llevar su Audi número 8 a profundas reparaciones, perdiendo toda opción de plantar cara a los Porsche.  Pero tampoco podemos obviar el sufrido por Jan Magnussen en los ensayos libres que dejaba al danés, Ryan Bryscoe y Antonio García sin poder participar en la mítica prueba para anotarse un triunfo más en LMGTE-pro. Al menos, otro Corvette ganó ahí y subsanó los males de lo que podía haber sido un naufragio parecido al vivido por Nissan, donde el español Lucas Ordóñez también ha tenido que lidiar con una complicadísima edición, rodando su LMP1 siempre en peores posiciones que los GT. Sin duda, el proyecto de los japoneses tiene que madurar, y mucho, de cara a las siguientes ediciones. 

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