Después de muchos años al frente de Mclaren, parecía que 2008 sería su retiro o al menos el de seguir a partir de entonces al equipo desde la trastienda. Siempre se le podrá reprochar el no saber gestionar la crisis interna del equipo en 2007 cuando Hamilton y Alonso cruzaron sus egoísmos costándole al equipo los dos campeonatos. Ello hace que en España no caiga bien, pero no es menos cierto que su larga trayectoria en Mclaren ha sido impecable. Con él al mando no había quien tosiera a aquel bólido pintado de rojo y blanco, agenciándose siempre a lo mejor de la parrilla como demuestran las contrataciones de Ayrton Senna, Alain Prost y poco antes Niki Lauda, al que hizo nuevamente campeón después de su retiro en 1979. Y quizás, por todo ello, es el mejor a la hora de reconducir una nave a la deriva que ha visto en 2013 su peor monoplaza en tres décadas. Un equipo como Mclaren no se podía permitir el lujo de deambular por la mitad del pelotón con los Toro Rosso achuchándole y lejos de los Red Bull, Mercedes, Ferrari y Lotus. Él tendrá que ser el que mande en la escudería en plena transición hasta que en 2015 lleguen los motores Honda para aspirar de nuevo a los éxitos de los 80 y dejar por los suelos el dicho de "segundas partes nunca fueron buenas".
Ahora bien, ¿cuál ha sido el detonante para cesar a Martin Whitsmarsh?. El mal momento que se vive en Woking es lo que saldrá a la palestra, pero en las redes ya se habla de otras muchas cosas que han roto la relación entre Martin Whitsmarsh y Ron Dennis. La primera podría ser los elogios del ya ex jefe de Mclaren hacia Fernando Alonso, nada bien vistos por Ron Dennis, quien a pesar de lo que se pueda decir cara a la prensa, no parece dispuesto a hacer las paces con el asturiano aún a sabiendas de que tendrá que esperar a la explosión de Kevin Magnussen o Nico Hulkenberg para tener a un piloto con alma de líder a no ser que fuera capaz de convencer a Lewis Hamilton para que volviera.
Sí, hemos mencionado a Kevin Magnussen, y puede haber sido él otro de los motivos del resquebrajamiento de la relación entre ambos. Martin Whistmarsh era partidario de renovar a Sergio Pérez y Ron Dennis quería ya a Magnussen, tal vez muy esperanzado en que sea la segunda versión de ese Lewis Hamilton que apadrinó con 12 años y al que acompañó desde los Karts hasta la Fórmula 1.
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