lunes, 24 de febrero de 2014

Posiblemente, el mejor adelantamiento de la historia

Pues hoy toca hablar de un adelantamiento que para muchos es el mejor de la historia de la Fórmula 1. Va a hacer casi 15 temporadas de aquello y a buen seguro que a muchos les gustará recordarlo. Tal vez si hubiera existido el DRS en aquel entonces le habría restado mérito, ya que habría sido demasiado artificial como muchos de los adelantamientos de hoy en día. Pero no, es tan natural como la vida misma. Nada mejor que una pasada mágica en un circuito mágico como es Spa-Francorchamps.

Corría el año 2000 y el mejor Michael Schumacher ya empezaba a ejercer de dictador en la Fórmula 1. El otro protagonista de esta acción era Mika Hakkinen, que venía de ganar los dos últimos mundiales con Mclaren y desde luego que hizo bueno el apodo de “balas plateadas”.


En la vuelta 39 pasan los míticos Eau Rouge y el Radillon y en plena recta Schumacher tapa a Hakkinen, que se desespera. Y para regocijo de los aficionados menos mal que no pudo, porque lo que vino un giro después quitó el aliento a todos.  Se pasan las zonas mencionadas y había que doblar a Ricardo Zonta. Schumacher se tira a la izquierda y Hakkinen a la derecha para cortar el habla de todo el mundo. Caras largas en Ferrari y delirio con incredulidad en Mclaren. Nadie creía lo que se había visto a cuatro vueltas del final otorgando el triunfo al finlandés. Aunque también hay que reconocer el mérito de Ricardo Zonta como espectador aventajado de la acción. Un doblado se aparta de la trazada, pero él supo tomar la decisión correcta en décimas de segundo quedándose en el centro como una estatua. Un solo movimiento suyo habría arruinado al menos las opciones de uno de los dos.

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