Alemania
vuelve a dejar lo habitual, grandes contrastes en unas y otras actuaciones
empezando por criticar con dureza la de Charly Whiting en el trompo de Adrian
Sutil. En esta ocasión, “Don precavido” no lo fue tanto al no sacar el coche de
seguridad en una situación presta para ello. El Sauber del germano había
quedado varado en plena entrada de meta y en lugar de tomar la decisión
coherente aunque como siempre eso beneficie a unos y perjudique a otros, se
optó porque los comisarios se jugaran algo mucho más importante que el tipo
retirándolo. Parece mentira que quien nos ha parado carreras en lluvia por
simple precaución pueda tolerar situaciones así.
El otro
gran fallo de la prueba no reside ni mucho menos en la organización, sino en un
equipo que por enésima vez tendrá que abrir el paraguas para no mojarse ante la
lluvia de críticas que se avecinan. Hablamos ni más ni menos que de la
estrategia de Ferrari con Fernando Alonso, que de nuevo, al igual que hace 15
días fue juntado por el destino en otra lucha con Sebastian Vettel, pero en el
box lo echaron todo a perder en un fallo garrafal. Desde nuestras casas,
parecía más que obvio que proteger la posición con el de Red Bull era
fundamental y la sangría de tiempo hacía obligatorio entrar. Pero en Ferrari no
debieron leerlo así y decidieron mantenerle en pista aún siendo evidente que
iba a perder la cuarta plaza. Pero salió de boxes y luchó con el de Red Bull
pero no con el que tocaba, sino con el de Daniel Ricciardo. Desde luego que si
pretendían batirse el cobre con los dos pilotos de las bebidas energéticas ¡Bravo
Ferrari!, si lo que querían era ser cuartos, fatal y horrible. ¿De qué servía
montar el neumático blando en el último stint cuando hubo que usar el mapa de
ahorro de combustible perdiendo con ello gran parte del ritmo? Cero en leer la
carrera como el nuevo cero en el casillero de Raikkonen.
Por
último, carrera plácida de Nico Rosberg, sabiendo aprovechar que Hamilton tenía
que salir muy atrás por su accidente viéndose obligado a remontar. Sin duda,
sensaciones contradictorias para el británico porque aún minimizando la
pérdida, tiene que remontar más puntos en la general si quiere ser campeón,
mundial tiene para ello. Eso sí, al menos se ha divertido adelantando a coches
e intentándolo finalmente con Valtteri Bottas. Pero ahí pinchó en hueso. Sus
neumáticos blandos deteriorados así como el gran estado de forma del finés
hicieron imposible que Mercedes se marcara otro doblete más y encima en casa.
Da igual a quien se perjudicara o favoreciera, pero no es normal que los comisarios tengan que cruzar la pista con una simple bandera amarilla. Me parece vergonzoso.
ResponderEliminarDa igual a quien se perjudicara o favoreciera, pero no es normal que los comisarios tengan que cruzar la pista con una simple bandera amarilla. Me parece vergonzoso.
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