martes, 25 de agosto de 2015

Hasta siempre Justin

FOTO: www.globovision.com

Si en el artículo de ayer hablábamos del accidente de Justin Wilson, hoy nos despertamos con la noticia más desagradable de todas, que no es otra que la de su fallecimiento. Igual que no nos gusta tener que dar noticias de esta índole, siempre este tipo de cosas han de servirnos para hacer catarsis, reflexionar profundamente y mirar que la seguridad no es únicamente cosa de la Fórmula 1. El resto de categorías también merecen tener medidas en este aspecto.

A sus 37 años se va Justin Wilson, un piloto al que podríamos definir como un ansioso por aprender, un verdadero amante de las carreras que lejos de conformarse y permitirse un retiro como otros habrían hecho, él siempre quiso competir, dar el máximo en los sitios donde corría y si en la Fórmula 1 no tuvo sitio, pues a buscarse la vida por las Américas y por si fuera poco, pues realizó una carrera en el año inagural de la Fórmula E de la mano de Andretti Autosport, llevándose un punto a su casillero.  Su mentalidad era la de estar siempre activo.

Su paso por la Fórmula 1 fue más bien discreto. En la temporada 2003 hacía su debut con el modesto equipo Minardi para pasar a Jaguar en el tramo final de la temporada. En la escuadra dirigida entonces por Niki Lauda, cosechó su único punto en Estados Unidos, nación que posteriormente se convertiría en su tierra a la hora de pilotar en Champ Car, aunque también tuvo el honor de pilotar para uno de los Ferrari de categoría GT en las 24 horas de Le Mans.  

En su palmarés, destaca el título de Fórmula Palmer Audi en 1998 y su cetro en la Fórmula 3000 en 2001 exhibiendo una aplastante regularidad. También ha participado en pruebas de las World Series by Renault. Eran muchos podios los que lograba, y eso dejaba escenas un tanto cómicas en los cajones, dado que su altura era tal (1,93 metros) que a la hora de subir al tercer escalón, se veía más alto que los dos primeros.


Ahora, un trozo del monoplaza de Sage  Karam nos deja sin el británico y sin el cabeza de familia a una mujer y dos hijos. D.E.P. Wilson.  

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