Desgranando a Kimi Raikkonen

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Toca realizar un artículo un tanto sensible esta vez, esos que dividen opiniones y de los que a su vez uno puede salir aplaudido o vilipendiado. Dependiendo siempre todo del punto de vista de cada uno.

No cabe duda de que quizás la gran decepción de la temporada es Kimi Raikkonen, un piloto peculiar y difícil de comprender para la afición. “Iceman” es capaz de sacarnos las mejores loas y las peores críticas, no tiene ese punto medio que si nos pueden dar otros y por ello toca analizarle profundamente.

Realmente Raikkonen es rápido y un hueso, pero únicamente cuando las cosas le vienen de cara. Por ello su retirada a final de 2015 es posible que nos deje a muchos con un rostro de indiferencia. No es ambicioso y nos da la sensación de que un único mundial le vale. No tiene ese ansia de marcar una época y comerse el mundo como Fernando Alonso, Lewis Hamilton, Sebastian Vettel, Ayrton Senna, Alain Prost, Niki Lauda, etc.  Simplemente es un piloto con poca implicación en el desarrollo del monoplaza, únicamente preocupado por subirse e ir rápido sin percatarse de que el trabajo de un piloto no acaba cuando se baja del coche el domingo. Las cosas continúan y no puede delegar en los demás una parte de su trabajo. Por ello me chirría aún en una entrevista cuando militaba en Mclaren cuando le preguntaron por el desarrollo del coche. Su respuesta fue “lo que diga Pedro”. ¿Cómo que lo que diga Pedro?, ¿acaso un piloto oficial que se precie no se involucraría tanto como el probador para poner a punto el coche? Y más ahora Kimi que estos tester tienen muy pocos kilómetros en pista por culpa de las restricciones. Debería haberse fijado más en Fernando Alonso cuando en Silverstone se subió al simulador precisamente para facilitar el trabajo de De la Rosa a la hora de salir a pista. Eso sin contar sus reticencias a la hora de adaptarse a los continuos cambios de normativa.

Y si analizamos su año en Ferrari, cuesta decirlo pero se está ganando el despido a gritos. Las excusas de la poca competitividad no tienen cabida puesto que nadie le va a exigir ganar en un equipo con todo patas arriba y por barrer. Pero se le fichó por un motivo claro, tener a alguien que estuviera a la altura del asturiano, que le pusiera en jaque tanto en calificación como en carrera, hacerle sudar como lo hizo Hamilton en el tan cacareado 2007 y ¿qué nos encontramos? Un piloto de mucho cache y sueldo elevado que cada fin de semana es  vapuleado y humillado por Fernando Alonso, un piloto que no está entre los diez primeros del mundial a pesar de que mecánica tiene para ello, un piloto que se encuentra a casi un centenar de puntos de su compañero de equipo sin poder plantear excusa alguna. ¿Y por él despidieron a un Felipe Massa que a pesar de las críticas era más competitivo? Pues sinceramente, si Bianchi no hubiera tenido el accidente tenía que haber reemplazado si o si al finés. Pero con esa opción tristemente descartada a lo mejor si tenía que decir, “lo que diga Pedro”. Pero cada domingo en su lugar claro.