Aún retumban en nuestros oídos aquellas declaraciones de Vilay Mallya cuando el nombre de Kevin Magnussen sonaba para Force India. Son esas palabras que inspiran a esta entrada en su titular y que se han cumplido, hicieron caso al dueño del equipo indio y Mclaren, a imagen y semejanza de lo que hizo en 2007 con Lewis Hamilton, opta por promocionar directamente a uno de sus valores, sin cesiones previas y con algunos kilómetros en tests que ya han dejado boquiabierto a más de uno en Woking de la misma manera que ha vencido con autoridad un campeonato en el que todo el mundo daba como favorito a Antonio Felix Da Costa.
Ahora bien, ¿qué beneficios o perjuicios puede traer esta decisión?. El tiempo lo dirá, ya que el precedente de Lewis Hamilton y su éxito en el debut ha sentado un precedente que supone un arma de doble filo para el debutante. Kevin Magnussen tendrá que lidiar con mucha presión y numerosos ojos estarán puestos en sus actuaciones. Se le exigirán puntos desde Australia, aunque en su favor juega recalar en un grande en horas bajas, puesto que la paciencia y el tiempo de fogueo se estirará como un chicle, ya que no se le deberán exigir victorias o podios en una temporada que se presume de transición en Mclaren antes de la llegada de los motores Honda en 2015.
Toda contratación trae un damnificado, y ese es Sergio Pérez, que como ya dijimos en la anterior entrada, estaba en el sitio equivocado en el momento erróneo. La distancia entre él y Button no ha sido tan abismal como la que nos marca la clasificación y no se le podrá culpar ni de los reventones de unos deficientes Pirelli ni del bajísimo rendimiento del equipo. Él hizo lo que pudo y probablemente el Gran Circo le debe otra oportunidad, ya sea volviendo a Sauber, firmando por Force India o postulándose para la vacante que hay en Lotus.
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