domingo, 6 de octubre de 2013

El nombre del día se llama Nico Hulkenberg

FOTO: www.gpupdate.net

Puede que Sebastian Vettel haya ganado la cuarta carrera consecutiva y puede que se proclame campeón del mundo dentro de 7 días siempre y cuando no puntúe Fernando Alonso. Pero el nombre del día es el de un talento que siempre ha pasado de puntillas pero ha estado ahí y hoy ha brillado con luz propia. Se trata de Nico Hulkenberg. Hoy ha hecho una de esas carreras que puede catalogarlas "de su vida" con permiso del Gran Premio de Brasil 2012, en el cual luchaba por liderarlo aunque el abandono truncó sus esperanzas. Puede que en recta tuviera una gran velocidad punta haciendo que el DRS de Fernando Alonso primero y Lewis Hamilton después fuera inútil. Pero hacer un coche veloz en recta lleva consigo que penalice en las zonas reviradas, teniendo ahí que aguantar también la presión de dos campeones del mundo que hoy han tenido que echarle paciencia para no perder los estribos durante tantas vueltas detrás. Con carreras como esta, es fácil pensar que es sólo cuestión de tiempo ver a Hulkenberg en una grande.

Lo que en principio también se postulaba como una carrera normal, se convirtió en pura estrategia con los dos Safety Car muy bien aprovechados por Kimi Raikkonen para abalanzarse sobre la segunda posición y así mantener a raya a Romain Grosjean. También gran día para el galo. Todo ello son notas positivas de la carrera, porque la negativa del fin de semana de nuevo la vuelve a protagonizar el equipo Williams. Si perdiendo ayer los dos coches en la Q1 y sin poder superar el único punto de Pastor Maldonado en el campeonato se deja más que claro que es el peor coche que ha salido desde la factoría de Grove. Frank Williams bien puede tirarse de los pelos si compara los éxitos de los 90 con los fracasos de ahora. Desde luego que el nuevo binomio Williams-Renault no ha tenido los mismos resultados que en la época dorada.

Por último, ayer quería que hoy fuera un día de rehuir el tema de los neumáticos, pero a lo ocurrido con Sergio Pérez con la consiguiente resurrección de fantasmas de Silverstone deberían dar un mensaje muy claro a Paul Hembery. Menos criticar a los pilotos y más examinar por qué los Pirelli dan tantos problemas. De la misma manera, es criticable el por qué los comisarios no acudieron con celeridad a apagar las llamas del coche de Mark Webber.

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