miércoles, 26 de noviembre de 2014

Repaso a Jules Bianchi

FOTO: Michael Schumacher y Jules Bianchi pelean por la vida en similares circunstancias.

El goteo de noticias estos días nos ha privado de comentar lo que es quizás lo más positivo de todo lo acontecido. Y es que por fin tenemos motivos para la esperanza con Jules Bianchi. Aún inconsciente y luchando por su vida, ya respira por sí mismo y ha salido de ese coma farmacológico al que estaba sometido. Ojalá dentro de poco siga esta evolución y los comunicados que nos lleguen sean de respuestas a estímulos, de reconocer familiares estando ya ubicado cerca de casa y lejos de la desconocida Japon para él y los suyos.  Esperemos incluso que nos digan que empieza su rehabilitación y aún con las limitaciones que probablemente sufrirá, paulatinamente haga una vida normal.

Ahora, más que nadie desearía comerme las siguientes líneas afirmando que es muy poco probable volver a verle pilotar, por ello me digno a hacer unas líneas que repasen lo que ha sido su vida deportiva, la carrera de este piloto que en 2009 se imponía autoritariamente en las F3 Euroseries y se convertía en el abanderado de la Ferrari Driver Academy, un programa que vio la luz a raíz del accidente de Felipe Massa y darse cuenta en Maranello de los beneficios de contar con una cantera.
Los años siguientes de Jules Bianchi los definiría como de estancamiento, se le veían cosas interesantes pero a la vez se dudaba si gozaba del talento para estar enrolado en el programa de Ferrari. En GP2 apenas tuvo opciones de pelear por el título mientras que en su temporada de World Series perdía el título en la última prueba con el rookie Robin Frijns.
Ya había tenido sus “pinitos” en la Fórmula 1 haciendo algunos viernes con Force India, equipo al que fue cedido para ser piloto de pruebas. Pero en 2013 no se sabía que sería de él y debutó en el Gran Circo de rebote, ya que Marussia prescindía de Luiz Razia por no cumplir sus compromisos los patrocinadores del paulista. Entonces Bianchi se hacía con esa butaca y su rendimiento era bueno, siempre delante de Max Chilton aunque su clímax llegó en este 2014. 

A bordo de ese Marussia de nuevo ya se ganaba el respeto de media parrilla. No sólo conseguía embocar ese coche modesto en varias Q2 en condiciones normales eliminando una vez incluso a Kimi Raikkonen (lo que para muchos debía ser pasado y futuro de Ferrari), sino que daba a a los rusos dos improvisados puntos en Mónaco que no sólo les aseguraban el décimo puesto y la victoria sobre los Caterham, sino que además acababan el mundial por delante de Sauber.

Quizás era esto lo que necesitaba Bianchi como piloto, foguearse en un equipo lejos de las presiones que se exige en otros sitios, hacer sus carreras con objetivos modestos para poder destacar y soltarse. Era una parte que ya había logrado y muy probablemente en 2015 era la hora de ir a un sitio donde le pidieran más resultados y puntos asiduos. ¿Cómo sería su rendimiento en esas circunstancias? Me temo que tristemente nos quedaremos sin saberlo. 

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