jueves, 19 de diciembre de 2013

Alain Prost se moja

FOTO: www.motorpasionf1.com

Eso de que Alain Prost se moja, podemos decirlo a medias, ya que ha analizado un problema conocido por todos pero sin ahondar en las soluciones al mismo. Y es que el cuádruple campeón del mundo se ha pronunciado sobre los pilotos de pago que tanto proliferan en esta burbuja automovilística que en algún momento deberá estallar como lo hizo la inmobiliaria en España.
Alain Prost no se muestra escandalizado, ya que afirma que la Fórmula 1 es un negocio. Pero había que preguntarle hasta que punto lo era en sus tiempos y hasta que punto lo es ahora, ya que en aquellas épocas los llamados "Pay Drivers" estaban en las escuderías más modestas y así ha sido durante todos los 90 o primeros de este siglo. Actualmente esos pilotos ya no se encuentran en el fondo de la parrilla, sino que los vemos en equipos medios e incluso en aquellos que aspiran al podio como es el caso de Lotus, que ha tenido que anteponer el dinero de Pastor Maldonado a la calidad de Nico Hulkenberg o lo que es aún más preocupante, otros con pocas tablas y habiendo podido demostrar lo justo en escuderías de cola ponen sus maletines encima de las mesas de equipos más reputados sopesando éstos su contratación a sabiendas de que si ese dinero no hiciera falta, sus opciones para contratar serían otras. Y eso es algo que el galo ha tenido que sufrir cuando creó su propio equipo de Fórmula 1 con corto recorrido por las dificultades.

A lo mejor también Prost debería estirarse más en sus declaraciones y ver los perjuicios que causan a los equipos estos calendarios interminables de más de 20 pruebas y todos estos circuitos exóticos  creados para ganancias de unos cuantos mientras los equipos se ahogan. Porque una de las soluciones puede pasar por reducir calendario, quitar algunas de esas pruebas y apostar por trazados con personalidad en lugar de tanto tilkódromo siendo cada circuito un calco del otro. De la misma manera, también podría abrirse la posibilidad de abaratar costes permitiendo a los equipos (especialmente los más modestos) comprar un chasis de años anteriores a una grande. O mejor aún, que puedan correr como pilotos privados poniendo como ejemplo lo que hizo Emilio de Villota en sus tiempos para adentrarse en el Gran Circo. Aunque el español fue un ejemplo de estas dos maneras, ya que el Iberia Airlines F1 con el que participó en 1977 era con chasis Mclaren y motor Costworth.

También se agradece que Alain Prost se haya soltado no sólo con la Fórmula 1, sino que haya puesto el dedo en la llaga con la GP2, porque ahí también hay rato para debatir. Y desde luego hacer mención a aquellos pilotos que se eternizan en la antesala de la Fórmula 1 debe ser motivo de reflexión. Ya que empieza a ser cansino ver perpetuarse en la categoría a los Ricardo Teixeira, Rodolfo González, Jolyon Palmer, Jony Cecotto Jr.... sin que hayan logrado resultados destacables. Eso si, también habría que dar un tirón de orejas a Bruno Mitchel por adentrarse en esas pruebas exóticas que encarecen la competición propiciando el baile de pilotos en medio de una temporada de la misma manera que debiera darse cuenta que algo falla cuando las World Series by Renault le han comido el terreno.

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