Era el favorito para sustituir a Daniel Ricciardo en Toro Rosso de cara a 2014, pero un año donde no le han terminado de salir las cosas y la sorpresiva decisión de dar la alternativa a Daniil Kvyat parecía que sería un jarro de agua fría para ese joven portugués. Y seguramente así fue en su momento, pero no hay mal que por bien no venga. Porque Red Bull ha renovado su confianza en él, ese mismo que arrasó en 2012 nada más entrar al programa para sustituir a un decepcionante Lewis Williamson y que en 2014 ejercerá de probador para el equipo de Milton Keynes.
Da Costa tendrá que estar alerta a cualquier atisbo de debilidad que muestren Jean Eric Vergne y Daniil Kvyat así como luchar por revindicarse en caso de que uno de los dos fallara. Pero las buenas noticias para Da Costa no acaban aquí, puesto que el mismo día que Red Bull le confirmó como uno de sus reservas BMW le garantizaba un asiento en el DTM para no perder el ritmo de competición y de paso, si puede, hacer un gran papel con los turismos. Ha de aprovechar que esa competición ya no es sólo el sitio donde muchos ex pilotos de Fórmula 1 pasean hacia su retiro, sino que es el lugar en el que algunos equipos del Gran Circo colocan a sus jóvenes promesas. Principalmente Mercedes, que ha tenido ahí a Christian Vietoris, Daniel Juncadella o Roberto Merhi.
Antonio no estará sólo como piloto de pruebas de Red Bull, aunque si puede tener más kilometraje en los tests de Rookies. En su labor le acompañará otra vez Sebastien Buemi, quien repite ahí por tercera temporada consecutiva después de perder su asiento en Toro Rosso cuando en Faenza decidieron hacer la revolución cambiando la dupla que formaba el suizo junto a Jaime Alguersuari. Su mejor valor será la experiencia adquirida durante sus años de piloto oficial.
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