Es curioso tener que poner en tela de juicio el futuro de Jean Eric Vergne de cara a 2015 sin haber ni siquiera rodado con los V6 de la próxima temporada, pero ante los antecedentes de Red Bull es lo que toca.
Lo vimos con la dupla Alguersuari-Buemi y anteriormente con otros como Sebastian Borudais, Scott Speed o Christian Klien. El límite que marca el equipo austriaco para estar en su equipo Junior son tres años e incluso menos. No tiembla el pulso para despedir a un piloto en las fechas que sean importando poco si los asientos están ya agenciados. Y en esa barrera de está entrando ya Vergne, en la de tres temporadas en la escuadra de Faenza y viendo encima como Christian Horner se decanta por su compañero de equipo y no por él para ascender al equipo grande. Ese que lleva cuatro años arrasando y que a poco que se demuestre te asegura casi un subcampeonato.
Dentro de estos tres años, poco importa si has destacado en World Series, has ganado el British F3 por delante de Turvey, Hartley o Pérez, o si has estado a la altura. Si Helmut Marko opina que no has triunfado en el rango de temporadas marcado, date por sentenciado. Por ello el piloto francés afronta durante 2014 un año crucial en su carrera deportiva. A su lado estará Daniil Kvyat, al que se le presupone aprendiz pero que llega al equipo con ganas de dar guerra, y si lo que vimos en los Libres 1 de Interlagos se convierte en realidad, será un impulso para el ruso de cara a ser el nuevo ojo derecho de Red Bull machacando a Vergne como cual mortero al ajo. Por lo que por todo ello, Vergne debe procurar hacer la temporada de su vida y de paso ir ojo a vizor para que una posible salida de Red Bull no signifique también el adiós a la máxima categoría del automovilismo.
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